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lunes, 17 de febrero de 2014

Capitulos del maratom

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CAPITULO # 64

Nos sentamos y en tanto nos llevaban la comida, __ me contó lo que le había dicho su jefe sobre mí, indudablemente el mundo era un pañuelo, jamás me imaginé que él fuera familiar de una de las chicas con las que salí. Entonces opté con aceptar mi realidad frente a ___, le expliqué que en efecto era así, pero que había cambiado por ella, que ya ni siquiera tenía el celular al que me llamaba cuando éramos un par de desconocidos y le di el número de mi blackberry.

Cuando terminamos de comer la acompañé a su trabajo. Había decidido prepararle algo especial para la cena, así que fui a comprar todo lo necesario, incluido un hermoso arreglo de alcatraces, que coloqué en la mesa al igual que los cubiertos para dos personas. Me dirigí a la cocina y me puse manos a la obra. En cuanto terminé fui por ella a la oficina y al regresar la sorprendí gratamente, ya que no se esperaba que yo preparara la cena ni mucho menos que supiera cuáles eran sus flores favoritas.

Le serví y hablamos mientras comíamos, le comenté mis planes de llegar desde el viernes a Miami para el ensayo de la boda de Caroline, ya que era el padrino, ella hizo un comentario gracioso sobre que era mi novia y después me cuestionó el por qué le había dicho eso a Julieta y luego de una serie muy divertida de preguntas que nos hicimos ambos para no dar una respuesta concreta le expliqué que aunque no se lo hubiera preguntado así la consideraba.

Me hizo saber sus temores sobre lo que mi familia pensaría de ella por no ser de mi nivel económico, esas eran patrañas, ella era mucho mejor en todos los aspectos que cualquier niña mimada de sociedad, caprichosa y berrinchuda. __ era toda una mujer en el sentido extenso de la palabra, trabajadora, entregada, comprometida, me había dado cuenta de esas virtudes en el desfile de Caroline, así que aunado a su belleza y a su sensualidad la colocaban muy cerca de la perfección y era mía, por fin podía decir que era sólo mía y, que al igual que yo, mi familia la adoraría, porque si algo nos habían inculcado mis padres era a no tener prejuicios y tanto ellos como mis hermanos eran las personas más cálidas, amables y amorosas que existían en el mundo y estaba seguro que no le pondrían ningún pero a mi ___. además, ya la conocían.

No la dejé lavar los platos, quería consentirla y mimarla un poco, al día siguiente regresaría a Londres y pasaría un mes completo alejado de su lado, así que estas horas las haría mágicas para ella. Había terminado de lavarlos cuando sonó mi blackberry y me sorprendió sobremanera ver que era ella, “¿qué tenía en mente mi ángel seductor?”, pensé mientras sonreía y le contesté.

– ¿Estás libre esta noche? – preguntó con ese tono sensual que tanto me gusta.
– La verdad no, estoy en casa de mi novia – respondí siguiéndole el juego.
– Es una verdadera lástima – exhaló de manera excitante – ardo en deseos de verte, acariciarte, besarte, desnudarte, recorrer tu cuerpo.
– Uf, no sigas que me harás hacer algo que no quiero – dije mientras sentía como mi miembro empezaba a endurecerse sólo de escuchar sus insinuaciones.
– Vamos, no tiene porque enterarse tu novia… además lo prohibido es más excitante, ¿no crees?
– Definitivamente – y con ella podría probar todo lo prohibido que existiera.
– Me han dicho que eres un dios en la cama y me encantaría comprobarlo y por tu tono creo que no exageraron, tienes una voz endemoniadamente sensual, has despertado más mi deseo por ti.
– ¿En serio piensas que mi voz es sensual?
– Demasiado – exhaló de nuevo – mi cuerpo ha empezado a – hizo un extraño ruido incitador – alterarse sólo de escucharte.
– Tu voz también es muy sexy, ¿así eres tú?
– ¿Por qué no vienes y lo compruebas por ti mismo?
– Está bien, ¿cómo te reconozco?
– Sólo traigo puesto un abrigo negro.

Escuché que colgó y salí de la cocina, la miré parada bajo el umbral de la puerta del dormitorio, mirándome sensualmente en tanto se lamía los labios, me encantaba que fuera así, atrevida, sugerente, traviesa, entonces recordé las palabras que me había dicho mi tío años atrás:

“¿Quieres saber el éxito de un matrimonio?, la fidelidad, que tu pareja pueda ser tu esposa y tu amante a la vez y para encontrarla tienes que conocer a muchas mujeres hasta que encuentres a la que tenga esa cualidad”.

Sin duda alguna __ la tenía, se mostraba de una forma ante la gente y su lado pasional y sensual sólo me lo mostraba a mí y no es que fuera hipócrita, simplemente reservaba esa parte para los momentos íntimos que compartíamos como el que a continuación seguiría.

Hicimos el amor jugando a los desconocidos, recordando nuestros primeros encuentros, cuando ignorábamos el rumbo que tomarían, que se convertirían en algo mucho más poderoso que sólo sexo, que se transformarían en un profundo e inmenso amor, aún sin conocernos demasiado, pero, ¿quién dijo que para amar a alguien había que conocerle por completo?, con lo que sabía me bastaba para adorarla, para querer compartir mi vida con ella y se lo manifesté.

– Al demonio con las reglas, me fascinas __, me vuelves loco y cada vez tengo más ansias de ti – musité en su oído abrazándola.
– Tú también me enloqueces como nadie Tom, te amo – sonreí al escuchar esas dos palabras, mi corazón brincó de gusto y emoción.
– Yo te amo más – le aseguré y la besé.

A la mañana siguiente seguimos con el juego, sonriente aceptó que nos bañáramos juntos y lo hicimos lentamente, entre besos y caricias furtivas, enjabonando mutuamente nuestros cuerpos y después la vestí y ella a mí, como si fuéramos niños pequeños, definitivamente ella podría ser mi esposa y mi amante, era la primera vez que pensaba en el matrimonio y podía visualizarme llevándola al altar y compartiendo una vida juntos, llena de amor y aventuras.

Desayunamos casi en silencio, un tanto angustiados porque se avecinaba la separación, deseando que el tiempo pasara velozmente para poder estar juntos de nuevo. Tomamos el mismo taxi y nos dirigimos a su oficina, la acompañé a la entrada del edificio y nos besamos, después nos abrazamos fuertemente.

– Te amo ___, te voy a extrañar mucho.
– Yo también te amo y te extrañare, pero me consuela el hecho de que podremos vernos por la web cam.
– Tienes razón, así no será tan tortuoso estar alejados, cuídate mucho por favor.
– Tú también, pórtate bien, ¿sí?
– Eso ni siquiera tienes que mencionarlo, la única con la que me puedo portar mal eres tú – respondí frotando su nariz con la mía y le di un corto beso en los labios.

Subí de nuevo al taxi y me llevó al aeropuerto. Llegué a Londres y cumplí con mis compromisos laborales y sociales. Caroline estuvo cinco días conmigo y le conté que __ y yo ya éramos novios, me abrazó emocionada y me felicitó por haber decidido finalmente rehacer mi vida amorosa, no era mi intención francamente, el destino hizo de las suyas y me colocó frente a la mujer que me transformaría en lo que ahora era.

Una noche tomé papel y pluma, la inspiración me había llegado y escribí la canción para la boda de Caroline, recordando la plática que habíamos tenido aquella vez que anunció su compromiso, aunque debía reconocer que me había inspirado en __ y nuestra historia, junto a ella no había ningún camino que no pudiera recorrer, sentía que mi pecho podía estallar de todo lo que sentía por ella y no buscaba ninguna explicación para eso, nuestro amor era real y seguro.

Otra noche nos encontrábamos frente a la web cam y de inmediato noté su cara de angustia, jugaba con sus manos y evitaba mirarme, me sonreía, pero sus ojos lucían apagados.

- __, ¿qué te sucede? – pregunté preocupado.
– Nada, ¿por qué? – respondió evasiva.
– Porque estás visiblemente nerviosa y asustada, ¿qué pasa?, dímelo con confianza.

CAPITULO # 65

– Es que – guardó silencio y se mordió el labio – Tom… tengo un retraso, debí tener mi período un día después que te fuiste, ya han pasado diez y nada…
– ¿Eso significa que puedes estar embarazada? – exclamé sorprendido.
– Sí… no nos cuidamos, hace mucho que dejé de tomar pastillas y…
– Tranquila corazón, no tienes nada de qué preocuparte, no estás sola, me tienes a mí, yo no voy a dejarte sola, un hijo tuyo sería un regalo, un pedacito de ti y de mí.
– Que cosas dices Tom – exclamó sonrojada.
– Es la verdad, ¿no te gusta la idea?
– No es eso… aún no me siento preparada para esa responsabilidad, un hijo no es un juguete, es algo para toda la vida y siento que todavía no soy capaz de cuidar y educar a alguien.
– Nadie nace sabiendo eso _____, se aprende con el tiempo, ¿por qué no te haces la prueba para salir de las dudas?
– Me asusta.
– Pero no puedes estar angustiada pensando si estás o no embarazada, no te van a salir antenitas para saberlo, tienes que confirmarlo y, por favor, piensa que yo te apoyaré al 100%, ¿vale?, jamás evadiré mi responsabilidad, es algo que hicimos los dos y nos haremos cargo los dos, te amo, recuérdalo.

Me respondió aliviada con una sonrisa. Esa noche casi no pude dormir pensando en esa posibilidad, hasta pensé en Jaxon, la cara que pondría al enterarse que yo sin estar casado sería papá, en cambio él seguía sin heredero, una sonrisa traviesa se dibujó en mi rostro imaginando su reacción. Mis padres seguro nos apoyarían y Caroline sería la más feliz, a cada rato le preguntaba a Jaxon y Diana cuando la harían tía, así que su sueño se vería cumplido por mí.

Si a ____ le tranquilizaba, le propondría que nos casáramos, aunque fuera algo sencillo e íntimo, moví la cabeza, ¿en qué momento mi vida y mis pensamientos habían cambiado tanto?, hace no muchos meses yo era todo un Don Juan, un Casanova, un Valentino y ahora estaba pensando en comprar pañales, en efecto, ____ había llegado a cambiar mi vida de cabeza y había sido lo mejor que me había pasado, ella había descongelado mi corazón y logrado que volviera a latir por amor.

Ese día anduve ansioso en todo momento, así que cuando vi que era una hora prudente en Nueva Jersey le marqué a ____, me contestó y me dijo que la prueba había salido negativa, que sólo había sido una falsa alarma, mis planes se desvanecieron, pero, ya habría tiempo para eso, las cosas llevaban un orden, aunque no era reglamentario, nos casaríamos en un futuro y cuando ella se sintiera lista vendrían los hijos.

Al fin había llegado el ansiado día en que volvería a estar con mi ____, me encontraba en el taxi camino a su departamento, para luego irnos al aeropuerto y volar a Miami. En cuanto me abrió la puerta se arrojó a mis brazos y nos fundimos en un beso frenético, cargado de emociones, como añoraba sus besos, sus caricias, había sido muy divertido el jueguito de la web cam, pero nada comparado con tenerla en la realidad, embriagándome con su sabor y disfrutando de su olor, la pañoleta lo había ido perdiendo paulatinamente, estar entre sus brazos era mi paraíso personal y que ganas de hacerla mía, de hacerle el amor, sin embargo, teníamos un vuelo que tomar.

Al llegar al aeropuerto registramos las maletas y caminamos hacia la sala de espera, ____ se sentó y yo fui a comprar unos dulces. Debí tardarme menos de cinco minutos y al girarme para regresar a su lado la vi muy sonriente abrazando a un tipo que después la sostuvo de las manos, la sangre comenzó a hervirme y la ira me inundó por completo, ¿quién demonios era ese idiota que se atrevía a tocar a mi mujer?.

– De verdad luces maravillosa y radiante – le dijo muy entusiasmado.
– Porque la felicidad se refleja en el rostro – intervine abrazándola – y ____ y yo somos muy felices, ¿verdad corazón?, por cierto, ¿no me vas a presentar?
– Sí, claro, Matt Hunter, un ex compañero de la preparatoria, él es Tom Kaulitz….
– Su novio, para mayor información – me enfureció más el que ella no lo aclarara.

Reconoció mi apellido y empezó a alabar a Jaxon, ¿estaba pretendiendo quedar bien conmigo?, ¿pensaba que por eso iba a pasar por alto lo que acababa de ver? Cuando se marchó no pude evitar recriminarle a ___, la muy inocente no se había dado cuenta de las miraditas de ese idiota, me importaba muy poco si habían estudiado juntos, eso no lo eximía de haberle coqueteado. En respuesta, ____ me recriminó lo de Aurea, entonces respondí sin pensar con un muy desagradable e hiriente comentario del que fui consciente al momento de sentir la fuerte bofetada que ella me dio con toda la razón.

– No quiero volver a verte en mi vida – exclamó molesta y se alejó.
– Perdóname ____, por favor, perdóname no quise decir eso – dije corriendo y abrazándola.

Había sido un completo idiota, pero no tenía idea de cómo manejar los celos, me cegaban completamente y perdía totalmente el raciocinio, no sabía cómo canalizarlos y la herí sin proponérmelo, me odié en ese momento por ser tan estúpido, mi única justificación era el inmenso amor que sentía por ella y haría lo imposible por lograr su perdón, no me importaba arrodillarme y recorrer todo el aeropuerto de esa manera con tal de que me perdonara, la amaba con todo mi ser y me aterraba la idea de perderla, mucho más si yo era el causante por mis estúpideces.

Accedió a subir al avión, pero no me dirigió la palabra para nada, eso me dolía, aunque no podía esperar que su actitud fuera diferente después de la gran idiotez que le había dicho, me daban ganas de romperme yo solo la boca por no saber tenerla cerrada. Se levantó y supuse que iba al baño, esperé unos minutos y después la seguí, otra de mis locuras se había hecho presente en mi mente y, más que nada, estaba buscando reconciliarme con ella, así que toqué discretamente la puerta del baño, me respondió que estaba ocupado y seguí insistiendo hasta que me abrió y la obligué a entrar, me dijo que estaba loco y le respondí que sí, por ella, no había otra verdad.

Comencé a besarla, pero su boca permanecía cerrada, sin un pequeño atisbo que me indicara que en algún momento me correspondería, mis manos recorrían su cintura y sus muslos, las de ella estaban a sus costados y ese rechazo me dolió mucho más que la bofetada que me había dado. Pero no me iba a rendir, no quería que siguiera enojada conmigo, mi lengua recorría sus labios tratando de entrar a su boca y mis manos subieron a sus senos, entonces ___ se rindió finalmente y su lengua recibió la mía que se unieron presurosas al tiempo que ponía sus manos en mi cuello y lo hicimos con urgencia en ese estrecho baño, cuanto había echado de menos su cuerpo.

Volví a pedirle perdón y me pidió que no abusara de ella, le di mi razón, aunque quizá no era suficiente para que me perdonara y finalmente me dijo que dependería de mi comportamiento, como deseaba volver el tiempo atrás para cambiar las cosas.

Regresamos a nuestros asientos y la abracé, después le entregué la letra de la canción y le comenté mis planes de cantársela a Caroline, pero se negaba a aceptar porque le daba vergüenza cantar en público, hasta que debido a mi insistencia terminó por decirme que lo pensaría. Después le conté la historia de amor de Caroline y ella me hablo sobre sus padres, la información que me dio yo ya la sabía, lo que ignoraba era la relación tan fría y distante que mantenía con ellos.

Llegamos a la casa y tomé su mano para entrar, de inmediato sentí sus nervios al ver a toda mi familia en la sala, se la apreté para infundirle confianza, yo sabía muy bien que la recibirían cálidamente. Todos la abrazaron y yo estaba emocionado viendo las muestras de cariño para con ella, no podían faltar las bromas de Jaxon, pero, ni siquiera me incomodaron, toda mi atención estaba puesta en ella, que no daba crédito a la actitud de los Kaulitz.

CAPITULO # 66

Después Diana nos dio la noticia de que estaba embarazada y mi hermano orgulloso y feliz la abrazó, así que ahí me desquité un poco de sus comentarios, me daba tanto gusto que al fin fuera a ser padre, estaba seguro que sería el mejor.

Subimos a la recámara a arreglarnos para el ensayo, ____ de inmediato salió al balcón y yo fui tras ella y la abracé, le encantó la vista y a mí me encantaba tenerla ahí, conmigo, completando mi mundo, no podría pedirle más a la vida en ese momento. Le pedí que nos bañáramos juntos, pero se rehusó argumentando que teníamos poco tiempo, así que ella lo hizo primero y mientras tanto desempaqué. Luego fue mi turno y al salir, quedé maravillado al verla, estaba radiante con ese sencillo y bonito vestido de color beige, que no pude contenerme y la hice darse una vuelta diciéndole lo hermosa que se veía mientras ella se sonrojaba.

Bajamos a la terraza, donde ya se encontraban los principales invitados, Caroline la presentó y yo no podía sentirme más orgulloso de mi novia, se sentía tan raro pensar en ella con esa palabra, antes creía que había salido de mi vocabulario. Mi mamá se acercó a mí y me puso su mano en mi hombro.

– Que gusto me da verte enamorado, hijo, siempre había respetado tu forma de ser, aunque no estuviera de acuerdo con ella así que no tienes idea de la satisfacción que siento en este momento por ti.
– Gracias mamá, francamente soy muy feliz y te voy a confesar algo, ___ es la mujer con la que quiero estar por siempre, así que pronto habrá otra boda en la familia.
– Me da mucha ilusión, este ha sido uno de los días más felices de mi vida, mi pequeña hija se casa, voy a ser abuela y tú estás planeando tu futuro.
– A mí también me da mucho gusto ver a mis hermanos realizados y en cuanto a mí, sólo te puedo decir que la amo demasiado.
– Y se ve que ella también a ti, además se nota que es una buena chica.
– Muy linda, mamá, ya la irás conociendo con el tiempo.

Después del ensayo, pasamos al salón para comer, al terminar, __ y yo cantamos la canción, aunque era para Caroline, la interpretamos para nosotros, en cada estrofa nos acercábamos más y cuando terminamos estábamos a milímetros de distancia.

– Junto a ti quiero estar el resto de mi vida, soy capaz de cruzar el Atlántico nadando sólo para llegar a ti, estoy profunda y totalmente enamorado de ti, ____ – susurré en su oído, ella no respondió nada, pero no era necesario, su mirada de asombro me lo decía todo.

Cuando nos quedamos solos le toqué el piano, una melodía que había compuesto para ella, después la besé y acaricié ahí mismo, me detuvo diciéndome que alguien podría vernos, así que cerré todas las puertas y regresé a su lado, ella se rehusaba a que lo hiciéramos ahí, sin embargo, terminó cediendo y nos entregamos de una manera increíble, muy al estilo de una escena de la película Mujer bonita, sobre el piano.

– La noche apenas empieza corazón y juro que no te daré tregua – dije al terminar.

Luego de vestirnos, me pidió que le mostrara la casa, así que hicimos un pequeño recorrido por la planta baja y la llevé a la piscina, le sugerí que nadáramos y de nuevo puso de pretexto a mi familia y a la gente que andaba ahí trabajando, pero, otra vez la convencí. No sólo nadamos un poco, sino que hicimos el amor ahí mismo, entre el agua y la compañía de la luz de la luna que hicieron más memorable el momento.

– Te amo ___ – le dije finalmente, venciendo mis demonios.
– Yo también te amo Tom, con todo mi corazón – respondió y la emoción fue tal que podría jurar que mi corazón se detuvo por un segundo.

Íbamos subiendo a la habitación cuando nos topamos con Jaxon, quien salió con uno de sus típicos comentarios, logrando incomodar a ___, pero le dije que no le prestara atención, que él y Diana también tenían sus anécdotas. Entramos a la habitación y nos dimos una ducha rápida porque ambos estábamos tiritando de frío.

– Ni se te ocurra vestirte corazón – dije mientras se secaba.
– Estoy empezando a sospechar que sí ingieres alguna sustancia prohibida.
– Juro que no, sólo tomo vitaminas, además la comida fue de mariscos, se sabe muy bien cuáles son sus propiedades – aclaré y le quité la toalla mirándola sensualmente – y lo principal, te amo y eso es el mejor afrodisiaco – añadí lamiendo su cuello.
– Yo también te amo y me encanta que seas así – aceptó con una risita.

La besé apasionadamente y después la cargué para llevarla a la cama, la deposité ahí y me comí sus senos alternadamente mientras mis dedos se deslizaban hasta su intimidad que invadí con ellos y comenzó a jadear y a susurrar mi nombre, después me llevé mis dedos a la boca para disfrutar de su sabor. Dibujé sus labios con la punta de mi lengua entrando en su centro, __ se arqueó al sentirme y se aferró a mi espalda, casi enterrándome sus uñas, fui embistiéndola lentamente en tanto la besaba, luego puse mi cabeza sobre su hombro, gimiendo ante la magnificencia de su cuerpo que se movía al unísono con el mío, apretándome con sus piernas y llevando sus manos hasta mis nalgas que empujaba para que llegara aún más adentro de su muy húmeda cavidad. Le hice a un lado unos cabellos que tenía sobre el rostro.

– ¿Te gusta? – le pregunté con voz ronca debido a la excitación.
– Me… encanta – respondió con dificultad.
– ¿Quieres más? – inquirí sobre sus labios, mirándola.
– Sí… mucho más… un poco más rápido.
– ¿Así? – cuestioné acelerando mis movimientos.
– Sí… así…Tom
– Oh __… eres exquisita.
– Tú me vuelves loca… te amo.
– Y yo te amo a ti.

Aceleré aún más las embestidas, entrando y saliendo de ella de tal manera que se escuchaba el chocar de nuestros cuerpos que ya estaban cubiertos de sudor. Hice unos cuantos movimientos más y descargué en su interior, inundándola por completo mientras ella gemía delicioso, indicándome que también había llegado al mismo tiempo que yo. Después de unos segundos, bajé de ella y me acosté a su lado, pegándome a su cuerpo, con nuestras piernas entrelazadas hasta que nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente desperté y ella aún dormía, me acomodé para mirarla, definitivamente era un ángel reflejando paz y tranquilidad, con su labios color carmesí y no pude evitar sonreír al reconocer que ese ángel era sólo mío y que yo era de ella, sin ninguna duda, ambos nos pertenecíamos, nos completábamos y nos amábamos.

– Buenos días corazón – dije cuando despertó y le di un pequeño beso.
– Buenos días mi amor.
– Me encanta como suena eso.

Sí, me encantaba que me dijera así, saber que yo era su amor, ella era mi corazón, el motor de mi vida. Me fascinó que sugiriera que nos bañáramos juntos y lo hicimos de una manera sublime, con cada gesto, mi amor por ella se intensificaba. Después de vestirnos y peinarnos bajamos al comedor, donde ya se encontraba toda la familia. No podían faltar los clásicos comentarios de Jaxon y hasta le dio lata a Caroline, que me encantó su amenaza de subir un video de él a la red para que vieran como consentía a su esposa, ni quien se lo imaginara con lo rudo que es en el campo de futbol. Al terminar, le mostré a ___ el resto de la casa, le indiqué de quien era cada recámara y luego entramos la biblioteca, la cual tenía varios cuadros pintados por mi madre.

– Qué hermoso pinta tu mami – exclamó mirándolos maravillada.
– ¿Y tú como sabes que los pintó mi mamá? – pregunté sorprendido.
– Porque aquí dice – respondió señalando la ininteligible firma.
– Eres muy mala mintiendo, ¿lo sabías? – dije abrazándola por detrás.
– Bueno, yo también sé algunas cosas tuyas, señor vicepresidente de la fundación Kaulitz
– Con que me googleaste, ¿eh?, ¿cuándo? – cuestioné dándole un beso en el cuello.
– Cuando supe tu nombre y quedaron rotas las reglas, necesitaba saber más de ti.

Así que ella estaba igual que yo, también quería saber todo sobre mí, claro que había usado métodos más tradicionales, la verdad a mí no se me había ocurrido que podría conseguir información de ella en esa página. Ambos estábamos locos el uno por el otro y lo ignorábamos, los dos teníamos nuestros propios miedos y demonios, quizá nos pudimos ahorrar tantas cosas de haber sido sinceros desde un principio, pero, ¿cómo podíamos serlo con las reglas de por medio? Me agradó tanto saber eso, me sentí menos psicópata, tal vez algún día le contaría que la había mandado investigar, sólo esperaba que me comprendiera.

___ fue a la habitación de Caroline para que la arreglaran y yo me dirigí a la terraza, ahí estaba mi padre, Jaxon y mis tíos, así que me puse a platicar con ellos, les conté que ya tenía novia y me felicitaron. Después entramos a la sala, donde se encontraba la amiga de Caroline que no tardó en acercárseme.

CAPITULO # 67 (FIN DEL MARATOM)

– Vaya, veo que hoy sí viniste acompañado, pensé que esta vez sí se me haría.
– Pues no, ya es mi novia y por supuesto que tenía que acompañarme – dije serio.
– ¿Así que por esa me rechazaste?, pensé que tenías mejores gustos, es tan insignificante.
– Retira lo que dijiste, no me hagas olvidar que eres mujer y que eres amiga de Caroline, no te voy a permitir que la insultes, ella vale mucho más que tú, no es una… buscona.
– Vaya, sí que te tiene comiendo de su mano, no es pecado expresar una opinión.
– Lo es cuando se trata de un muy mal comentario sobre la mujer que amo.
– Sí que es afortunada, la defiendes con tanto ahínco.
– Porque la amo, pero, no espero que tú entiendas eso, no sabes lo que significa.

Me miró con rabia y en eso vi entrar a Julieta con su hermano así que fui a su encuentro a saludarlos, le dije a ella que subiera a la habitación de Caroline y de inmediato lo hizo. Entonces, me puse a platicar con mi tío y le comenté que al fin había encontrado a la mujer que él alguna vez me había descrito y me dijo que le daba mucho gusto y que ya quería conocerla.

Luego de un largo rato de platicar con él subí a mi habitación para cambiarme y ahí estaba ___ ya lista. Le hice saber lo preciosa que se veía y me lo agradeció al igual que el dejarla entrar a mi vida, no entendí porque me decía eso ni la manera en la que me abrazó, así que le respondí que el agradecido era yo y me cuestionó desde cuando había roto las reglas y le dije la verdad, incluso le confesé que le había mentido el día que había llovido y le di mis razones para hacerlo. Me dijo que me amaba, quizá desde el primer instante en el que me vio y le contesté que al parecer yo también.

Minutos más tarde bajamos a la terraza, recibimos a varias personas y después se la presenté a mis tíos. Luego nos acomodamos en nuestros respectivos lugares y la boda dio inicio, en el momento indicado le coloqué el lazo a mi hermana, quien irradiaba felicidad a kilómetros a la redonda. Al término de la ceremonia nos dirigimos al salón; platicamos, bebimos, comimos y di mi discurso, se me había dificultado hacerlo, pero ahora, al tener a ___ ahí conmigo, todo se me aclaró y dije las primeras palabras que me salieron del corazón y que fueron muy bien recibidas porque todo mundo aplaudió emocionado y la expresión en el rostro de Caroline era grandiosa. Luego le propuse a __ que bailáramos y se dejó llevar. Más tarde bailé con mi madre, con mi hermana y con Julieta que se veía ilusionada, supuse que había conocido a alguien, pero lo negó.

Llegó la hora de aventar la liga de la novia y lo que nunca, me acerqué, yo no creía en esas tradiciones y jamás me había llamado la atención participar, sin embargo, sentí el impulso de hacerlo esta vez, algo que no creí sentir algún día me había sucedido, la ilusión de casarme. La liga le tocó a un amigo de Caroline que la presumió. Después fue el turno de las mujeres para dichoso el ramo y le tocó a Julieta que se entusiasmó sobremanera, ahí confirmé que sí había conocido a alguien.

– Gracias por el discurso y por la canción– dijo Caroline abrazándome.
– No tienes nada que agradecer duendecillo, fue de corazón.
– Y sé muy bien quien fue tu musa, me alegra muchísimo que al fin hayas abierto tu corazón, sobre todo a alguien como ___que se ve que te ama.
– Lo sé, te quiero mucho hermanita, diviértete, en verdad te deseo lo mejor.
– Yo también te quiero mucho, gracias por todo, nos vemos en Navidad.

Abracé a ___ mientras Caroline y Dylan partían rumbo a su luna de miel. La fiesta continuó otro rato y después tomé una botella, un par de copas y la mano de ___, caminamos a la playa, al pequeño recinto que teníamos para descansar y tomar un poco de sol. Brindamos y luego nos amamos de manera celestial, experimentando una nueva forma, recorriendo nuestros cuerpos con múltiples besos y caricias, repitiendo nuestros nombres, gimiendo, disfrutando no sólo del momento, sino del ambiente, de la luz de la luna, del sonido del mar, del aroma de la playa que se mezclaba con el del sexo y después colapsamos juntos una vez más.

Le comenté que faltaba poco para que amaneciera, así que después de vestirnos nos sentamos a la orilla del mar para presenciar ese magnífico hecho que jamás había apreciado como esta vez, con la dueña de mi corazón entre mis brazos luego de haberla amado de forma tan gloriosa. Me percaté que se quedó dormida, me levanté con sumo cuidado y la cargué hasta la habitación, la dejé cuidadosamente en la cama y me acosté a su lado, durmiéndome casi de inmediato.

Otra vez desperté antes que ella, bajé a la cocina y le preparé el desayuno, aunque por la hora que era, más bien debía llamarlo almuerzo. Tomé una rosa del arreglo que había en la mesa del comedor y en las escaleras me topé con mis papás que ya regresaban a Seattle, vi como mi madre se conmovía ante mi gesto para con ___, mi padre me palmeó y me dijo que la invitara a pasar las fiestas decembrinas con nosotros, les di un beso a ambos y terminé de subir.

Ella aún dormía, miré el reloj y teníamos que estar en dos horas en el aeropuerto, así que la desperté, acariciándole el rostro con la rosa, me sonrió sin abrir los ojos, entonces la besé en los labios y le dije que ya era hora de levantarse, que el desayuno ya estaba listo, se enderezó y miró sorprendida la charola, que coloqué sobre sus piernas. Desayunamos mientras comentábamos sobre la boda y después nos alistamos para regresar a Nueva Jersey. En la sala nos encontramos a Jaxon y Diana que miraban televisión y nos comentaron que se quedarían ahí el resto de la semana, así que nos llevaron al aeropuerto, nos despedimos dándoles un abrazo y ___le recomendó a Diana que se cuidara mucho.

En el avión le comuniqué a ___sobre la invitación de mi padre, pero le dije que no había problema si ella iba a pasar esas fechas con sus padres y me dijo que no lo tenía planeado, que lo más probable es que sí fuera conmigo y eso me hizo muy feliz, me apenaba que no tuviera una buena relación con sus padres, sin embargo, mi lado egoísta era más fuerte y prefería mil veces que estuviera conmigo que con ellos, este fin de semana había terminado de comprobar lo importante que era ella para mí y que la amaba con locura y desenfreno, pasar la Navidad y el Año Nuevo con ella sería mi mejor regalo y ya estaba ansioso porque llegaran esas fechas.

El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos, mi relación con ___ seguía fortaleciéndose, a veces ella se quedaba dormir en mi departamento y en otras ocasiones yo me quedaba en el de ella.

La semana que pasamos en Seattle con mi familia fue maravillosa, despertar a su lado en Navidad definitivamente fue mi mejor regalo, mirando su rostro angelical, su cabello enmarañado y esa hermosa sonrisa que me fascina. Toda mi familia se portó sensacional con ella, la llenaron de regalos, abrazos, besos y no pudieron hacerme más feliz por aceptarla tan bien y lograr que se sintiera como una integrante más, Caroline ya la consideraba como una gran amiga, Jaxon le hizo bromas como si la conociera de toda la vida y mis padres platicaron de lo más a gusto con ella, mi ____ los cautivó tal como lo hizo conmigo.

Estuvimos en abstención unos días debido a su periodo menstrual, así que sólo nos besábamos y acariciamos, aunque no era lo mismo, a mí me bastaba con eso, me conformaba con el hecho de tenerla en mi cama, de dormir abrazado a su cintura, con su exquisita fragancia saturando mis sentidos, sabiendo que era mía y lo más importante que me amaba con la misma intensidad que yo a ella.

Una noche me desperté porque la escuché sollozar y empezó a insultarme, pero me di cuenta que estaba dormida y se movía agitada, así que la tomé de los hombros y la moví para que despertara, me costó un poco de trabajo, pero cuando finalmente lo logré, me abrazó, le aclaré que había sido una pesadilla e intrigado le pedí que me la contara, me dijo que me había soñado con otra y le aseguré que jamás la engañaría, que la amaba.

Entonces, empezó a besarme con una desesperación única y me pidió que le hiciera el amor, así que la recosté y la besé con pasión y dulzura, ella ansiaba tenerme dentro y casi me obligó a que la penetrara, empecé a moverme lento, pero ella aceleró sus movimientos, no entendía su urgencia, sólo la complací y le repetí varias veces que la amaba, tal como ella me lo había pedido, cuando ambos llegamos al clímax bajé de ella y me acosté detrás, abrazándola por la cintura, entrelazamos nuestras manos y nos quedamos dormidos.





Hola!!! como estan?? bueno yo me siento pesimooooo!!! Tengo mucha gripa y estoy que me muero :(( ... Pero bueno, aqui lo que importa es qe les agrege xD ... Aqui estan los caps ... ya faltan poquititos caps como unos ...9 caps y terminaaa!!! :( lo se ... que tristeza pero ni modos ... Bueno que esten bien y ojala y no les pegue la gripa u.u es horrible :)) ADIOS

3 comentarios:

  1. :O me encanto los caps como te digo virgi esta es una de tus tantas fic q mas me gusta escribes super genial.. ojala (Tu nombre) quede embarazada seria genial y muy romántico me encantaría ver la reacción de Tom si eso sucede.. Q mal q tengas gripa eso esta dando mucho mi mama tambien esta enferma y la estoy cuidando.. Ojala te mejores, pasate x mi fic darknesslight-fanfic.blogspot.com.. sube pronto pleaseee ya me muero x leer los pocos caps q quedan :( q lastima q la fic ya va a terminar :( me gusta mucho!!!!

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  2. Ya extraña las fics . No sabes cuantoo!!

    Esa pesadilla sigue ontrigandome ojala se quede ahi solo una pesadilla.
    No me gustaria que acabe pero si para saber como termina ;)

    Siguel prontoo. La grope es horrible pero pues que se hce :/

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  3. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW !! enserio que AMO al Tom enamorado *-* es TAN BELLO !!! cada vez me enamoro mas *-* no quiero que termine :( es tan genial !! espero que pase algo mas luego de que termine de narrar enserio que me encantaaa !!! *-* muero que sea viernes para leer mas *-* espero que te mejores D: tal parece que la gripe anda, aqui ya he visto varias personas (casi casi incluyendome) y pues bueno bye :3 mejorate :)

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