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viernes, 7 de febrero de 2014

Capitulos de Maratom

ULTIMOS CAPITULOS!!

CAPITULO # 56

– Me fascina cuando tomas el control – dije después que sujetó mis manos.
– Te haré mi esclavo, entonces – respondió moviéndose deliciosamente en círculos.
– Hazme lo que quieras – encantado sería su esclavo– pero no me dejes – agregué.

Ella sólo me sonrió, como deseé poder leer sus pensamientos, no tenía idea como lo había tomado, quizá no había sido el mejor momento para decírselo, pero tenía que asegurarle que no estaba dispuesto a que esto se acabara, que había algo más que simple sexo, algo más profundo que francamente me estaba dando miedo, porque eso era lo que sentía ante la posibilidad de no volver a verla, de que en algún momento recapacitara y me mandara al demonio para seguir con su noviecito y no sabía si podría tolerarlo. Aceleró más sus movimientos y me apretó más fuerte las manos al llegar al orgasmo y después la abracé fuertemente.

– De verdad eres maravillosa – susurré, quería que estuviera segura de cómo la percibía, aunque no había palabras suficientes para describirlo.

Un ruido hizo que se levantara rápidamente provocándome cierto vacío. Era un policía y mientras hablaba con él, yo me retiré el condón y después caminé hasta ella, cuando se volteó, se sorprendió de tenerme tan cerca, comencé a delinear sus labios y se resistió, me argumentó que los policías estarían esperando que se fuera y le aclaré que no sabían que yo estaba con ella.

Me pedía con palabras que me detuviera, sin embargo, no hacía nada para impedirlo, seguía dejando que la fuera recorriendo con besos y caricias, hasta que le aseguré que pasaría mucho tiempo antes de que volviéramos a vernos se rindió por completo, entonces la besé apasionadamente, pero a diferencia de ella, sin cerrar los ojos, quería ver sus expresiones, darme cuenta que tanto estaba disfrutando lo que le hacía, era la primera mujer por la que realmente me preocupaba su completa satisfacción, incluso antes que la mía. Comencé a besar sus hombros y en automático se escucharon sus gemidos que me enloquecían, después la coloqué sobre el escritorio y la hice mía una vez más.

Estaba por invitarla a cenar cuando su movil nos interrumpió, no pude controlar mi risa ante su grito de susto, se notaba que no hacía cosas prohibidas frecuentemente y me encantaba saber que conmigo se atrevía a todo, me miró un tanto molesta pero después su expresión cambió radicalmente y ahí supe quien la estaba llamando, maldito inoportuno, sólo esperaba que le dijera que tenía un negocio que arreglar y no podía verla para que así se fuera conmigo.

– Que sorpresa, en unos minutos bajo – la escuché decir y mi ilusión se desvaneció.

Estaba empezando a odiar a ese tipo, ¿por qué demonios no se largó con su princesa?, precisamente hoy tenía que ocurrírsele jugar al noviecito bueno e ir por ___a su trabajo.

Ella se arregló la ropa y después se puso a buscar su bragas que yo había tomado del suelo, yo la miraba fijamente con mis brazos cruzados, ella sólo atinó a levantar los hombros, ¿con qué esas teníamos?, yo me estaba convirtiendo en un completo imbesil y ella sólo me estaba usando para saciar las ganas que su novio no le satisfacía, entonces me negué a devolverle la prenda, esta vez, a diferencia de las anteriores, sí quería que discutiera con ese pendejo, aunque quizá ni se enteraría que ella no traía ropa interior. Me ponía muy mal el hecho de pensar que la tocara con las asquerosas manos con las que tocaba a la otra. ____ seguía suplicando que se lo devolviera, me impidió salir de la oficina y me venció el tono de su voz.

– Él te tiene completa, ¿qué más da que yo conserve esto? – acepté resignado.
– No, no me tiene completa y lo sabes, no te puedo dejar eso, al menos no hoy, otro día, te lo prometo, cuando volvamos a vernos, te daré otra cosa hoy, por favor – dijo dándome esperanzas de nuevo, tenía razón, una parte de ella me pertenecía sin que él lo supiera y sin que pudiera hacer algo al respecto.
– ¿Y qué me darías a cambio? – pregunté muy interesado en el trueque.

Me empujo hasta su escritorio y me entregó una pañoleta después de perfumarla así que le devolví las bragas y me fui luego de hacerle la recomendación de los colores que no debía usar para la boda, ella insistió en que aún no decidía sí iba a ir, pero yo no estaba dispuesto a aceptar una negativa de su parte, en verdad quería compartir ese momento con ella, no deseaba estar solo ese fin de semana y no me imaginaba con alguien más.

Guardé la pañoleta en el bolsillo del pantalón y salí del edificio, de inmediato vi el auto de  Zayn estacionado afuera y él estaba muy ocupado con su movil así que no me vio cuando me atravesé la calle, que ganas tenía de gritarle que acababa de hacer mía a su novia, que yo sí la complacía y cumplía con lo que él no, pero no podía, aún no tenía muy claro lo que yo significaba para ____.

El jueves a mediodía pasé por Julieta para ir al aeropuerto, estaba muy emocionada por el viaje, tenía tiempo que no salía. Estuvimos platicando cosas sin trascendencia y no le mencioné que también irían ___ y Zayn, no quise que se me cayera el teatro de la confusión, que sin saber, el mismo Zayn había provocado.

En cuanto llegamos a Las Vegas fuimos a rentar un auto, después pasamos al supermercado por víveres porque Julieta me dijo que estaba a dieta y finalmente nos dirigimos a la casa, de inmediato me ofrecí a subir las maletas para checar si ellos ya habían llegado. Entre a mi habitación y no vi nada, así que dejé ahí mi maleta, después abrí la siguiente puerta y vi un par de maletas y la rabia me inundó, no podía permitir que durmieran juntos, pero no sabía de qué manera podría impedirlo. Abrí la habitacion de enfrente y dejé ahí la maleta de Julieta y luego bajé.

Ella ya se encontraba en la cocina con el radio encendido y la ayudé a preparar la cena, en eso pasaron una canción que a ambos nos gustaba y empezamos a cantar como lo hacíamos de adolescentes, de repente la puerta se abrió y los vi parados con cara de sorprendidos, ___ volteó a ver a Zayn desconcertada y Julieta los saludó y me recriminó el no haberle dicho que los había invitado, entonces Zayn le aclaró que yo le había prestado la casa y yo me hice el confundido, por tercera vez agradecía las clases de actuación de la preparatoria, ____tomó a Zayn del brazo y salieron sin decir nada, yo apreté los puños, la situación no iba a ser nada fácil para mí.

– Me quieres explicar qué te traes entre manos, Tom – dijo Julieta cruzándose de brazos y mirándome seria.
– Nada, yo le presté la casa, pero pensé que vendrían el siguiente fin de semana.
– Sí, claro, ¿qué dedo quieres que me chupe?, dime la verdad ahora – exigió.
– Está bien, yo lo planeé, quiero tenerlos cerca, ver como se llevan – guardé silencio, no sabía cómo explicárselo porque ni yo mismo me entendía por completo – quiero averiguar lo que ella siente por mí.
– ¿Y por qué no me lo dijiste desde un principio?
– Porque no sabía cómo ibas a tomarlo, además no quería que ellos sospecharan que sabíamos que estarían aquí.
– Dios, sí que te está dando fuerte, me supongo que querrás que te ayude con tu investigación, ¿verdad?
– Sí… ¿podrías ser demasiado cariñosa conmigo?, por favor.
– ¿Por qué no hablas con ella de frente?, ¿a qué le tienes miedo?
– A muchas cosas Julieta, estoy muy confundido, no sé qué hacer, sólo quiero ver que tan fuerte es su relación con él… cuanto lo ama.
– Está bien, te ayudaré, pero con la condición de que me cuentes todo lo que ha pasado entre ustedes, no quiero que me vuelvas a ocultar nada, soy tu mejor amiga y me duele el que no confíes en mí.
– No es desconfianza Julieta, lo juro… no entiendo lo que me está pasando.
– Se llama enamoramiento amigo, anda, pongamos el plan celos en marcha.

Salimos y vi cuando Zayn la besó, la sangre comenzó a hervirme y Julieta se hizo presente para que voltearán, pero cuando lo hicieron, él siguió sosteniendo su mentón, entonces Julieta los invitó a pasar para cenar, ___ le agradeció y nos dijo que se irían a un hotel en tanto lo tomaba de la mano, así que yo abracé a Julieta por la cintura diciéndoles que nos iríamos ella y yo. ___ frunció el ceño mientras Zayn se disculpaba por la confusión y mi amiga los convencía de que se quedaran al tiempo que golpeaba suavemente mi mejilla, aunque parecía una caricia, yo la conocía y en verdad quería golpearme por meterla en este embrollo.

Zayn habló y se atrevió a volver a besar a ___, pero ella se volteó ligeramente y el beso se lo plantó en la comisura de los labios y, para rematar, Julieta salió con un comentario que no me agradó para nada, ya me encargaría de que el idiota no tocara a ___, aún no sabía cómo, pero no se lo iba a permitir. Julieta la jaló y cuando pasó a mi lado me dio una mirada de odio, yo desvié la mía, como si la ignorara, me fascinó darme cuenta que estaba celosa porque eso quería decir que yo le importaba demasiado, quizá más que su novio, o al menos eso quería yo creer.

Zayn y yo entramos después que ellas, que se fueron directo a la cocina y le ofrecí un trago, eso lo ayudaría a dormir, después encendí la televisión. A los pocos minutos salió ___ de la cocina y subió, yo quería ir detrás de ella, pero era jugar demasiado con la suerte y tampoco quería que hubiera un pleito entre él y yo.

Para mi sorpresa Zayn nos acompañó a cenar, ¿acaso no quería estar a solas con su novia?, su actitud me beneficiaba demasiado y por unos momentos no lo odié tanto, luego se despidió y subió, entonces la ira empezó a inundarme de nuevo, de acordarme del beso y pensar en la posibilidad de que quisiera tener relaciones con ella se me revolvía el estómago, yo estaba tanto o más celoso que ___.

CAPITULO # 57

– Quita esa cara, no puedes impedir que duerman juntos – exclamó julieta al ver la expresión que tenía.
– Me enferma la idea de pensar que quiera tocarla – dije golpeando la mesa.
– Pues, eso es muy normal, es su novia, la cuestión es si ella lo va a permitir.
– No me digas eso que no podré dormir.
– Ya tuvo relaciones contigo, ¿verdad?
– Sí, pero no la juzgues mal.
– No lo estoy haciendo, como ya te había dicho, la atracción entre ustedes es evidente, le gustas demasiado y me estoy ganando su odio de a gratis, todo por ayudarte.
– ¿Qué te dijo en la cocina?
– Que estaba muy cansada por el viaje y que mejor iba a acomodar sus cosas, pero le vi la rabia en los ojos, estaba sumamente celosa, tenía ganas de ahorcarme.
– Gracias amiga, te quiero – exclamé y la abracé.
– Claro, como no eres tú el que está quedando mal.
– Ya le aclararé las cosas, no te preocupes, sé que terminaran llevándose de maravilla.
– Eso espero, francamente me cae muy bien.
– Es un encanto, ¿verdad?
– Eso no lo sé, sólo te puedo decir que se ve que es una buena chica.
– Ayúdame a ver si se pone celosa de Zayn, por favor.
– ¿Qué estás insinuando Tom? – preguntó abriendo los ojos como platos.
– Ten algún acercamiento con él para ver cómo reacciona ella.
– Eso es demasiado, no lo voy a hacer, va a pensar que soy una cualquiera.
– No te estoy diciendo que lo seduzcas, sólo que te le acerques.
– Estás completamente loco, no lo haré.
– Por favor, por favor, en verdad necesito saber si se pone celosa de él.
– En serio que te desconozco – me zarandeó de los brazos – ¿quién eres y que le hiciste a mi amigo de toda la vida?, devuélvemelo.
– Soy el mismo, sólo… estoy pasando por un período extraño.
– Pero muy extraño, mejor trataré de hacerle platica sobre él, no me le voy a insinuar al tipo, ni siquiera me gusta y aunque ese fuera el caso no voy a quedar como una cualquiera frente a ella sólo por ayudarte, por mucho que seas mi mejor amigo.
– Está bien, perdón, sé que me estoy comportando como psicópata.
– La verdad me da mucho gusto verte así, al fin estás sentando cabeza y dejando de ser el Casanova, estaba empezando a preocuparme por ti, pero el amor te llegó y lo mejor es que estás dispuesto a que no se te vaya, aunque tus recursos sean bastante retorcidos.
– Lo sé, no creas que no me doy cuenta… me asusta el no saber de qué puedo ser capaz con tal de tenerla.
– Bueno, el amor siempre implica riesgos y locuras, aunque creo que tú las estás llevando al extremo – me abrazó fuertemente – te quiero loquillo, me voy a dormir.
– Yo también te quiero niña, no sé como agradecerte el que siempre me apoyes.
– Ya encontraré la forma de cobrarme algún día, buenas noches.
– Buenas noches, por cierto, ahora te quedarás en la recamara de enfrente a la que siempre ocupas, porque ellos están en esa.
– Entendido, hasta mañana.

Subió y yo me dejé caer en el sillón para pensar, tenía que encontrar la forma de que ___ se quedara conmigo, la deseaba y la necesitaba, no iba a desaprovechar la oportunidad de tenerla en la misma casa y no hacerla mía, entonces recordé que traía su pañuelo en mi maleta, así que recurriría al chantaje con tal de que estuviera conmigo, aunque fuera retorcido. Subí por ella, afortunadamente traía conmigo el Nextel y también lo bajé y me metí a la cocina a marcarle a su movil.

– Hola – respondió sorprendida.
– Tienes cinco minutos para bajar a la cocina o subo y le cuento todo a Zayn, recuerda que tengo una prenda que te pertenece – le advertí y colgué.

Me recargué al lado del lavabo y olí su pañuelo que aún estaba impregnada con su perfume, instantes después ella bajó y la miré desafiante.

– ¿Qué pretendes? – exclamó cruzándose de brazos.
– No quiero que él te toque – le hice saber en un tono bastante serio.
– Es mi novio, ¿lo olvidas?, ¿acaso yo te estoy prohibiendo que lo hagas con tu novia?
– ¿Cuántas veces tengo que decirte que Julieta no es mi novia?
– Que cínico eres, ¿cómo te atreves a negarla después de lo que he visto hoy?
– Pues no se compara con lo que yo vi – de sólo acordarme quería golpearlo.
– Pues yo no niego a Zayn, sabes perfectamente que es mi novio.
– No me lo recuerdes, no me hagas recordar que lo vi dándote un beso.
– Pues eso es lo que hacen los novios, ¿no?, no sólo cocinan y cantan juntos y se toquetean frente a otros – dijo caminando hacia atrás y topando con el frigotifico.

Me hizo tan feliz ese comentario, era la confirmación de sus celos, entonces la acorralé y cuando me dijo que a Zayn también lo conocía de toda la vida no le agradó el comentario que le hice sobre el porqué me buscaba y quiso abofetearme, pero le atajé la mano y luego empecé a acariciarle su cuello y bajé hasta uno de sus senos, me pidió que me detuviera, pero, otra vez, no hacía nada para que en realidad eso sucediera.

Así que después acaricié su nalga y me pegué a su cuerpo que tanto deseaba, lamí sus labios y levanté su pierna para que el roce de nuestros sexos fuera más contundente, ella jadeó y eso fue mi pase para besarla con desesperación, la cargué y la dirigí hacia el cuarto de lavado para hacerla mía ahí mismo, no importaba cuántas veces lo hiciéramos, mi cuerpo no se cansaba de ella, por el contrario, con cada encuentro la deseaba con mayor fuerza y anhelaba con que llegara el día de que fuera mía y de nadie más, que durmiéramos y despertáramos juntos.

– Nadie te ha hecho vibrar como yo y nadie jamás podrá hacerlo, soy el único que conoce el mapa de tu cuerpo y sabe exactamente qué lugares tocar y cómo hacerlo – le aclaré cuando terminamos de hacerlo.
– Lo sé, lo sé y me asusta – aceptó haciéndome más feliz.
– No tienes nada que temer ___ – le aseguré mirándola a los ojos.
– Esto es una locura Tom.
– Sí, la más maravillosa que he cometido en toda mi vida.

Me besó con dulzura hasta que nos hizo falta el aire y después nos vestimos en silencio, antes de que saliera de ahí volví a pedirle que no permitiera que él la tocara y me pidió que yo tampoco lo hiciera con Julieta así que le aclaré que no compartía la habitación con ella. Muy a mi pesar se marchó prometiéndome que sólo dormiría con él y me dio un pequeño beso en los labios.

Me quedé unos minutos recargado en la pared, reviviendo en mi mente lo que acababa de hacer con ella, en verdad me tenía loco como jamás lo había estado por nadie y me gustaba la sensación. No pude evitar sonreír, ella también estaba loca por mí, no le había importado que su novio estuviera en la misma casa y me entregó su cuerpo y algo más, en definitiva no era únicamente sexo lo que compartíamos, yo lo había tenido cientos de veces y jamás me había sentido así, entonces fue cuando comprendí lo que ya había escuchado, había una diferencia entre tener sexo y hacer el amor, ahora la reconocía de primera mano y por supuesto que era mucho más satisfactoria, ahí fue cuando me di cuenta que un gran sentimiento hacia ella estaba creciendo dentro de mí.
  
CAPITULO # 58

Apagué la luz y salí del cuarto, tiré el condón en el bote de basura, recogí el pañuelo del suelo, subí a mi habitación y la guardé en mi maleta. Entré al baño y después de lavarme las manos, pegué la oreja en la puerta que daba hacia la habitación de ellos tratando de escuchar algo, que conveniente me había resultado que eligieran esa recámara precisamente, que conectaba con la mía a través del baño. No escuché absolutamente nada, reinaba el silencio así que me fui a acostar, pero no podía dormir, me atormentaba la idea de tenerla tan cerca y que estuviera durmiendo con ese infeliz en lugar de hacerlo conmigo.

Me desperté muy temprano, había dormido pocas horas, vi un rato la televisión y después me levanté por un jugo, en la sala me topé con Zayn.

– Buenos días Tom.
– Buenos días, ¿vas a salir?
– Sí, voy a correr, lo hago todas las mañanas, ¿no quieres acompañarme?
– No, gracias, no dormí bien y estoy cansado.
– Bueno, nos vemos más tarde.

Entré a la cocina, saqué el zumo del frigorifico, lo serví en un vaso y me lo tomé. Debía reconocer que a veces le daba a Zayn las gracias por dejar sola a ____, si no fuera así no la hubiera conocido, así que decidí ir a darle los buenos días.

Abrí lentamente la puerta de su habitación y la vi dormida boca abajo, con las sábanas cubriéndole medio cuerpo, cerré cuidadosamente y me acosté a su lado, empecé a acariciarla y me di cuenta cómo iba despertando poco a poco, así que bajé mi mano por debajo de su cintura y ella volteó, se levantó asustada de la cama cuando se dio cuenta que era yo, me cuestionó lo que hacía ahí, le aterraba la idea de que Zayn nos descubriera, así que le dije que no estaba y le reproché el hecho de que no me hubiera detenido mientras la tumbaba en la cama y me subía en ella que me aclaró que sabía bien que era yo, que su cuerpo me reconocía, yo le sonreí feliz y después de quitarle un mechón de la cara la besé

– Buenos días ____ – exclamé rozando su nariz con la mía.
– En serio que sí estás loco, ¿te caíste de niño y te golpeaste la cabeza?
– No, me la golpeó una hermosa desconocida la noche de un martes y ella fue la que me hizo enloquecer – le aclaré metafóricamente en tanto besaba su cuello.
– ¿Así que estás loco por una desconocida?
– Sí, no sé que me ha hecho, creo que me embrujó – respondí jugando.
– Deberías hacerte una limpia para librarte del hechizo – sugirió graciosamente.
– No se me había ocurrido, gracias por el consejo – le dije, pero yo no quería librarme de su hechizo.

Volví a besarla mientras nuestros sexos se rozaban, me fascinaba tenerla así y más que ella respondiera a mis juegos y a mis caricias, pues se movía suavemente provocando un delicioso roce, sabía bien que no podríamos culminar el acto en ese momento, pero mientras me conformaría con esas caricias y besos furtivos.

Me pidió que me detuviera y volvió a recordarme a su noviecito, así que un tanto enfadado me levanté de la cama y ella también para dirigirse al baño, no pude controlar el impulso y la besé una vez más, no tenía idea en qué momento podríamos estar a solas de nuevo y necesitaba un poco más de su elixir para poder sobrellevar el día alejado de ella. Me detuvo de nuevo y no me quedó más remedio que hacerle caso, así que me fui luego de darle un pequeño beso en sus labios.

Entré a mi habitacion y me acerqué a la puerta del baño, escuché el agua correr y sentí el impulso de entrar y bañarme con ella, pero, tuve un instante de cordura y me arrepentí, no quería ponerla en más predicamentos, Zayn podría llegar en cualquier momento, así que tomé mi ropa para bañarme en el baño de la habitación de enfrente que conectaba con la de Julieta, así que primero entré ahí y me di cuenta que ella no estaba y también escuché el agua, entonces esperé a que saliera.

– Tom, ¿qué haces aquí? – preguntó al salir.
– Esperándote para bañarme, el otro baño está ocupado.
– Ah vale, por cierto, anoche sin querer pude comprobar si ____ se ponía celosa de Zayn.
– ¿Qué hiciste? – pregunté sorprendido.
– Nada, fui por mi antifaz para dormir a la habitación de ellos, no había nadie y al salir me topé con ___ que según me dijo había bajado a tomarse una pastilla, pero, en realidad estaba contigo, ¿verdad?
– Sí, estuvimos hablando.
– Claro, ahora así se le dice.
– Bueno, ya dime que te dijo cuando te vio salir de la habitacion.
– Me preguntó que hacía ahí y ya le expliqué, buenas noticias para ti amigo, no la vi nada celosa, sólo desconcertada, pero quedó bastante satisfecha con mi respuesta, nada que ver con la mirada de odio que me dio en la tarde en la cocina.
– Gracias amiga, de verdad, sin embargo, me gustaría que siguieras con tu actitud cariñosa conmigo, por favor.
– Esto sí voy a cobrártelo, ¿por qué no hablas con ella de una vez por todas y le dices lo que sientes?
– Lo haré en algún momento, ahora me voy a bañar.

Después que me vestí bajé a la cocina y vi que estaban las dos, Julieta me saludó demasiado amable y ____ me miró con enfado y cuando se volteó sonreí, era grandioso verla celosa, aunque el gusto me duró poco ya que Zayn entró y luego de saludarnos le dio a ella un beso en los labios, entonces decidí que mejor saliéramos a desayunar, al menos en público no se estarían demostrando su supuesto amor.

Como el restaurante quedaba cerca nos fuimos caminando, Julieta siguió con su teatro y me tomó de un brazo mientas ___ y Zayn iban tomados de la mano, que rabia sentía, así que opté por cargar a Julieta, no iba a ser el único incómodo de los cuatro.

Al llegar nos sentamos y casualmente yo quedé frente a __, una vez que nos llevaron lo que habíamos pedido, Zayn empezó a platicarle a Julieta lo rara que es __ para comer, al verla llevarse un pedazo de piña a la boca, recordé la vez que comimos en el hotel y entonces me quité el zapato y puse mi pie sobre su pierna, ella me miró frunciendo el ceño y no pude evitar sonreír, debía reconocer que me encantaba ponerla nerviosa, así que, a pesar de que retiró su pie yo seguí con mi juego acariciando su pierna aunque la moviera, hasta que se levantó al baño.

Cuando salimos de ahí, a Julieta se le ocurrió que fuéramos a un hotel a apostar, entonces regresamos a la casa por el auto, de nuevo ellos iban tomados de la mano y yo hice lo mismo con Julieta que me dedicó una mirada de desacuerdo. En cuanto subimos al carro, Zayn abrazó a __, no pude evitar mirarlos por el espejo retrovisor y enfadarme, como odiaba que ese tipo la tocara, así que en respuesta yo jugaba con Julieta en los altos y a través del espejo me daba cuenta de la expresión que tenía ___ en el rostro, estábamos iguales, ambos nos moríamos de los celos, claro que ella sin fundamento, a diferencia de mí.

Al llegar al hotel, Zayn y yo nos dirigimos a las mesas de póker y ellas se fueron a las maquinitas de dinero rápido, me sorprendió ver lo hábil que era Zayn con las cartas, yo logré ganar mil dólares en una partida y en la siguiente él ganó el doble. Como ya era la hora de la comida dejamos de jugar y al encontrarnos con ellas Zayn cargó a ___ dándole la noticia del dinero que había ganado, volví a sentir rabia al presenciar esa escena, es que al verlos así me daban ganas de golpearlo y decirle que ella era mía, que quitara sus sucias manos de encima, gritarle que yo no tenía ojos para nadie más, como él sí los tenía para esa tipa con la que se revolcaba y más rabia me dio cuando vi que ____ lo tomaba amorosamente de la mano y se alejaban.

CAPITULO # 59 (FIN DEL MARATOM)

– Por dios, Tom, trata de controlarte – me dijo Julieta en voz baja.
– Es que no soporto verlos así, me dan ganas de contarle toda la verdad.
– Pues hazlo, sería lo mejor para todos, ya me estoy hartando de este jueguito, ten las agallas para pelear por lo que quieres, pero como hombre no como niño.
– Aunque quiera decírselo, no puedo, está de por medio la reputación de __, no puedo hacerla quedar mal frente a él, tal vez no me lo perdone.
– Entonces compórtate, si sigues así, Zayn se va a dar cuenta, respira profundo y cuenta hasta cien en arabe.

El comentario de mi amiga me hizo reír, yo no tenía ni idea de ese idioma. Entramos al restaurante del hotel y __ de inmediato se sentó frente a Julieta, me ganó la risa, ella quería evitar a toda costa que la toqueteara por debajo de la mesa, yo moría por hacerle algo más que eso, pero tenía que aguardar hasta la noche, tenía que ir buscando el pretexto o el chantaje para estar a solas con ella otra vez.

Cuando terminamos de comer, __ fue al baño y me le quedé viendo discretamente. Un par de minutos después yo también fui hacia allá, afortunadamente las puertas de ambos estaban una frente a la otra y era poca la distancia que las separaba, así que entré al de hombres y estaba vacío, esperé en la puerta y al momento que ella salió, la jalé y la metí a uno de los compartimentos.

– ¿Qué te pasa?, ¿estás loco? – exclamó sumamente nerviosa.
– Ya sabes que sí, no puedo estar un minuto más sin besarte.


Iba a replicar, pero mis labios callaron los suyos por medio de un ansioso beso que ella me devolvió de la misma forma, mis manos recorrieron su cuerpo y se posaron en sus senos que empecé a masajear, su mano bajó a mi miembro que fue acariciando de a poco, mi lengua viajó a su cuello y se lo mordisqueé ligeramente, un jadeo escapó de sus labios y volví a besarla para evitar que alguien escuchara lo que estábamos haciendo, la adrenalina la sentía al máximo en mi cuerpo, era grandioso hacer cosas prohibidas con ella, como ahora, en un baño público y con el novio cerca.

– ¡Tom! – exclamó Julieta tronando sus dedos en mi cara sacándome de la ensoñación – reacciona .- agregó y me percaté que no me había levantado de la mesa.
– Perdón, ¿qué decías? – ni siquiera tenía idea si era ella la que hablaba o Zayn.
– Que vayamos a comprar las entradas para el espectáculo musical y que mientras empieza podemos recorrer las tiendas a ver que compramos.
– Suena genial – respondí en automático tratando de recobrar el sentido de la realidad.

En cuanto ___ regresó, salimos de ahí para comprar los boletos del dichoso evento que empezaría dos horas después, las cuales se me hicieron eternas, sólo tenía una cosa en mente y me estaba desesperando, afortunadamente Julieta me distraía, aligerando leventemente la tortuosa espera. Ni siquiera le puse mucha atención al espectáculo, miraba de reojo a ___, un asiento nos separaba y yo moría por tocarla, por acariciarla y por besarla, pero tenía que seguir esperando a que llegáramos a la casa y aún no se me había ocurrido nada que decirle para volver a encontrarnos en el cuarto de lavado.

Cuando finalmente terminó el show fui el más feliz, durante el regreso a la casa fuimos comentando como había estado y una vez que llegamos, cada quien se fue a su respectiva habitación. Yo caminaba de un lado a otro en la mía y luego pegué la oreja en la puerta del baño y escuché ruidos, aunque no me quedaba claro quién era.

Me desvestí y sólo me quedé en bóxers, estaba por marcar el celular de ___ cuando decidí arriesgarme a asomarme al baño y la vi sin que ella se diera cuenta, regresé por un condón, luego entré y cerré la puerta cuidadosamente, puse el seguro de la que daba a su recámara, dejé el condón en el lavabo y me paré detrás de ella que se llevó un gran susto al verme ahí, alcancé a taparle la boca para ahogar el grito que emitiría y después le expliqué como había entrado ahí.

– Ahora sí enloqueciste por completo, Zayn está en la habitación de al lado – exclamó moviendo la cabeza un tanto asustada.
– ¿Y a poco no lo hace más excitante? – ya sentía la adrenalina recorriéndome.

Era excepcional tenerla al fin como lo había deseado durante todo el día, besándola, acariciándola, haciéndola mía, sintiendo su humedad, como su cuerpo vibraba ente el contacto con el mío, era mucho mejor que la pequeña fantasía que había tenido en el restaurante. Veía a través del espejo la expresión de placer de su rostro, lo cual hacía que el mío aumentara al verla disfrutar, como primero se mordía los labios y después chupaba mis dedos. Minutos después llegué a un exquisito orgasmo instantes antes que ella que me mordió los dedos para no gritar.

– Estuve esperando todo el día por esto, me trastornas __, cada día ansío más estar contigo – se lo hice saber y luego la besé apasionadamente.

Esa noche dormí mejor que la anterior, a pesar de las muestras de cariño entre __ y Zayn me había dado cuenta que yo ejercía en ella un poder mucho mayor que él, casi estaba seguro que no lo amaba, al menos no como yo creía, yo la ponía nerviosa, se encelaba de Julieta por verla conmigo y se entregaba a mí de una manera suprema, grandiosa y sin tapujos, sin importarle que él estuviera al lado.

A la mañana siguiente bajé a la cocina y me topé con una muy desagradable sorpresa, __ y Zayn se estaban besando y de inmediato sentí como la ira me inundaba por completo, ¿cómo se atrevía a besarla?, ¿cómo ella lo permitía? Atiné a carraspear y rompieron el beso, pero permanecieron abrazados, Zayn agregó el comentario de que lo dejarían para después y de nuevo me dieron ganas de golpearlo, seguramente ___ lo notó y se separó de él, entonces le pedí las llaves del carro para que me dejara a solas con ella, en cuanto salió la sujeté del brazo.

– ¿Qué parte no te quedó clara de que no permitieras que te tocara? – exclamé enfurecido.
– Es mi novio, no puedo rechazarlo todo el tiempo – tenía que recordármelo otra vez.
– Eres mía ___, sólo mía y si no quieres que le tumbe los dientes al imbécil ese vas a buscarte un pretexto muy bueno para que ni siquiera te mire.
– Odio que me digan ___ y suéltame que me estás haciendo daño, no eres nadie para exigirme nada, recuerda que lo nuestro es sólo sexo sin compromiso, fue fácil conseguirlo y con esa misma facilidad puede acabarse.
– Estás muy equivocada si piensas que te voy a dejar ir con facilidad, me perteneces, no lo olvides– se lo hice saber aún colérico.
– No soy un objeto Tom, puedo tomar mis propias decisiones, no lo olvides.

¿Cómo podía decir que lo nuestro era sexo sin compromiso?, para mí no lo era y casi estaba seguro que para ella tampoco, ¿qué no se daba cuenta de lo que me hacía sentir?, estaba más que loco por ella y no era únicamente algo físico, los celos que sentía me lo terminaban de corroborar, yo la quería y por ningún motivo iba a permitir que saliera de mi vida, ella me pertenecía le gustara o no.

Instantes después entraron Julieta y ese infeliz que me entregó las llaves y las dejé en la mesa. El desayuno transcurrió casi en silencio, a excepción de pequeñas líneas que decía Julieta y que Zayn le respondía. Cuando terminamos, ___ subió y casi de inmediato Zayn fue detrás de ella. Entonces Julieta me propuso que jugáramos ping pong para que sacara el enojo que visiblemente se me notaba.

Estaba logrando tranquilizarme hasta que ellas bajaron y se unieron al juego, no pude controlarme y empecé a golpear la pelota con demasiada fuerza dirigiéndosela a él con toda la intensión de darle en la cara, las chicas se dieron cuenta que prácticamente las estábamos ignorando y se quitaron de la mesa. Zayn era muy hábil y lograba regresarme la pelota, hubo un momento en el que ellas entraron a la casa, él y yo seguimos jugando, ya había analizado su forma de jugar, así que hice un movimiento que no se esperaba y logré golpearlo en el hombro, me disculpé fingidamente y entonces me dijo que mejor entráramos a la casa, que ya le había dado sed así que dejamos hasta ahí el juego, al menos no me había quedado con las ganas de pegarle.

Al entrar, vi a Julieta mirando un partido de hockey y resultó que a él también le gustaba ese deporte, así que se sentó a su lado y cuando le comenté a ella que debíamos ir al supermercado me sugirió que esperáramos a que terminara, pero yo me negué y Zayn atinó a decir que a ___ tampoco le gustaba y entonces Julieta sugirió que fuéramos nosotros por los víveres. ___ parecía no estar muy de acuerdo con la idea, pero accedió.

Íbamos en el coche en completo silencio, de pronto una canción empezó a sonar en la radio, la letra me llegó, apenas y nos conocíamos, ella estaba con alguien más y lo nuestro era indebido y, tal como decía la canción, yo no podía respirar cuando pensaba en ella, a decir verdad, en lo único que pensaba los últimos días era en ella.

Entonces me disculpé, ella me recriminó y con toda razón, le di mis motivos, aunque me callé lo referente a mis sentimientos, quizá era demasiado pronto para expresárselos, me asustaba su reacción y a lo único que aspiraba en estos momentos era su perdón por mi insensato comportamiento, pero, no sabía cómo manejar los celos, era la primera vez en mi vida que los sentía y me cegaban por completo la razón, sólo esperaba que ella lo entendiera, que se diera cuenta que era mi todo y también debía recordar que no le gustaba que la llamaran __.


Hola!!! Como estan?? espero que Bien! aqui estan los siguientes caps ... Espero que les gusten xD Sin mas que decir me despido ... ADIOS :))

4 comentarios:

  1. aaaaaaahhhh !!!! los celos de Tom *-* me encantaaa !! no dire mucho (estoy cansada) me encanta esta fic *-*

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  2. Me encantoooo el cap y sobre todo los celos de Tom jejeje se nota a leguas q esta super enamoradooooo de (Tu nombre) q lindos y me gustaría mucho q ella quedara embarazada siiii xfiiiis..!!!! sube pronto..

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  3. Mi Tom todo un celosillo :)

    Siguelaa me encantaaa ;)

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  4. me encanta!! ay Tom eres tan impulsivo pero así lo quiero !! esta genial ojala y nunca terminara la historia pero en fin estuvieron geniales ..me despido cuídate!

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