CAPITULO 19
Me dio un pequeño beso en los labios y con dificultad se
levantó de la cama, mientras yo le sonreía. Me levanté después que él y camine
hacia el baño, cuando puse la mano en el picaporte sentí que me agarraba, me
dio la vuelta y volvió a besarme apasionadamente, le correspondí unos instantes
y después rompí el beso.
– Tom, por favor, detente – dije seria poniendo mis manos
sobre su pecho alejándolo.
– Es que no puedo evitarlo, me encantas ___ – dijo
mirándome a los ojos – pero, ganas otra vez, ya me debes dos.
– Anoche te cobraste una, ¿ya se te olvido tu amenaza?,
me hiciste entrar en pánico.
– Discúlpame, estaba cegado y fue lo único que se me
ocurrió para verte a solas.
– Lo pensaré, claro que si te vas ahora ayudará a aclarar
mi mente.
– Chantajista.
– ¿Yo?, el ladron cree que todos son de su condición.
Me sonrió y me dio otro pequeño en los labios, me quedé
ahí parada para asegurarme que salía de la habitacion, cuando lo hizo y cerró
la puerta, entré al baño. Me metí a bañar y cuando termine de vestirme Zayn
entro a la habitación, me saludó a lo lejos y me dijo que se daría un baño.
Bajé a la cocina para preparar algo de desayunar y
Julieta estaba ahí tomando café y hojeando una revista.
– Buenos días, Juelieta.
– Hola ___, buenos días – respondió y se levanto para
saludarme de beso en la mejilla – justo estaba pensando en ti, estoy viendo un
anuncio de la ropa de Caroline – agregó enseñándome la revista y la miré unos
segundos.
– Por cierto, ahora que lo mencionas, tengo duda de algo
que me dijiste el día de la presentación – dije sirviéndome una taza de café.
– Adelante, con confianza.
– Cuando te dije que Zayn estaba de viaje, me dijiste que
él no cambiaba, ¿por qué?
– Ah, es que el día que firmó el contrato con Tom yo fui
a la cena y estuvieron hablando de negocios toda la noche y mencionó que
viajaba mucho y luego Tom me ha contado que le llama y siempre está en juntas,
por eso lo dije, ¿pensaste que yo y él nos veíamos clandestinamente?
– No, para nada, no te creo capaz de engañar a Tom – dije
para ver su reacción.
– Jamás lo haría, lo adoro – aseguró.
– Buenos días, señoritas – exclamó Tom entrando a la
cocina.
– Hola baby, buenos días – respondió ella y lo abrazó
efusivamente.
Yo no respondí y le corrí la mirada con enfado, que
amigos tan cariñosos eran, alguno de los dos me estaba mintiendo y dudaba que
ella tuviera alguna razón para hacerlo. Abrí el refrigerador para no mirarlos y
escuché que zayn los saludaba, me abrazó por la cintura, yo volteé y nos dimos
un beso en los labios. Tom carraspeó y nos sugirió ir a desayunar a un pequeño
restaurante que estaba a un par de calles. Todos estuvimos de acuerdo y salimos
los cuatro.
Zayn y yo íbamos tomados de la mano y Julieta sostenía
del brazo a Tom, después él la cargó sobre sus hombros y tuve ganas de
golpearlo y de paso yo darme de topes en un árbol, ¿cómo era posible que me
dejara envolver por ese embaucador de oficio? Sólo era un hermoso mentiroso,
como dice una canción y, muy a mi pesar, me tenía vuelta loca sin remedio,
jamás me imaginé perder así la cabeza por alguien, quizá debía recurrir a la
ayuda de un psiquiatra.
Llegamos al restaurante y nos sentamos en una pequeña
mesa, Julieta frente a Zayn y Tom frente a mí. La camarera nos llevó los menús,
la verdad yo no tenía mucha hambre, así que sólo ordené un zumo de naranja y
fruta con yogurt, en un recipiente por separado. Julieta me miró de forma
extraña y Zayn empezó a explicarle lo rara que soy para comer mientras ella se
reía, luego se pusieron a intercambiar anécdotas curiosas.
Yo sentía las miradas de Tom y trataba de evitarlas lo
más posible. Minutos después nos dejaron los platillos y al llevarme un pedazo
de piña a la boca sentí que Tom puso su pie sobre el mío y lo subió un poco. Yo
retiré el mío bruscamente mientras lo miré frunciendo el seño, él sonrió
divertido, miré a Zayn, nerviosa y seguía hablando animadamente con Julieta, al
parecer ninguno de los dos se había dado cuenta. Tom lo notó y siguió con su
jueguito, yo ya no sabía para donde moverme y tuve que ir al baño para
tranquilizarme, ese hombre quería destrozarme los nervios. Al regresar ya
habían pedido la cuenta y suspiré aliviada.
Julieta propuso ir a algún hotel de Las Vegas a jugar un
poco y de paso ver algún espectáculo, así que regresamos a la casa y Tom sacó
del garaje un Audi que había alquilado. Zayn y yo nos subimos en la parte de
atrás y Julieta encendió la radio después de subir. Zayn me abrazó y noté la mirada
seria de Tom a través del espejo retrovisor, pero me volteé y recargué mi
cabeza en el hombro de Zayn, no sé porque Tom ponía esas miradas cuando él
jugaba con Julieta en los altos.
Llegamos a un hermoso hotel y entramos al casino, ellos
se fueron a una mesa de póker y Julieta y yo a unas maquinas de esas que si te
sale tres veces la misma figura ganas, pero con mi suerte lo único que logré
fue perder cien dólares, en cambio ella ganó 250. Después Zayn me abrazó
emocionado, me cargó y me dio vueltas porque ganó dos mil, cuando me dejó en el
suelo Tom nos miraba con el ceño fruncido, pero yo lo ignore y tomé a mi novio
de la mano.
Comimos en el restaurante del hotel y ahora opté por
sentarme frente a Julieta, lo cual provocó que Tom se riera divertido,
nuevamente. Al terminar, compramos las entradas para un espectáculo musical y
mientras esperábamos recorrimos las tiendas de suvenir y me sorprendió que Zayn
comprara un oso de peluche que en la camisa decía I love Las Vegas, me dijo que
era para la sobrina de Ryan que iba a cumplir años próximamente, no recordaba
que él tuviera una sobrina y Zayn me explicó que era hija de un primo que
acababa de mudarse a Nueva Jersey y que también trabajaba en la casa de bolsa.
Regresamos a la casa pasadas las once de la noche. Zayn
se puso de inmediato la pijama y se metió a la cama, yo decidí darme una ducha,
me sentía muy cansada y esperaba que él se durmiera para evitar que se pusiera
“romántico”, no lo hacía por Tom, sino por mí, aunque estuviera engañando a mi
novio, tampoco era una cualquiera que se iba a revolcar con los dos en la misma
casa.
Entré al baño, me desmaquillé y me lavé los dientes, todo
muy lentamente para hacer tiempo. Aún con la bata de baño puesta abrí la llave
de la regadera, gire para quitármela y colgarla y me topé con Tom que alcanzó a
taparme la boca para que no gritara. Se llevó el dedo índice de su otra mano a
la boca, indicándome que guardara silencio, yo asentí con la cabeza y me soltó.
– ¿Cómo rayos entraste? – pregunté en un susurro mientras
me preguntaba dónde estaría ahora Zayn que Tom pudo escabullirse al baño sin
problema alguno.
– Vaya que eres distraída, este baño conecta con las dos
habitaciones – respondió y me mostró la puerta que yo no había distinguido –
cuando escuché el agua correr me asomé para ver si eras tú y que suerte tuve –
agregó soltándome la tira de la bata que se abrió dejando al descubierto parte
de mi cuerpo desnudo.
– Ahora sí enloqueciste por completo, Zayn está en la
habitación de al lado.
– ¿Y a poco no lo hace más excitante? – susurró mirándome
con pasión.
Yo me quedé paralizada, él se acercó y me quitó la bata,
me recargó en la pared y mi cuerpo se arqueó ante el frío del azulejo, la
adrenalina comenzó a recorrer mi cuerpo mientras él pegaba el suyo al mío y
sentí su erección. Me lamió el cuello, luego subió a mi mandíbula y después a
mis labios mientras se pegaba más y más a mí. Lo abracé por la espalda, quise
besarlo, pero echó la cabeza un poco hacia atrás sonriendo y sólo pude lamerle
los labios, así que eso seguí haciendo, primero, el inferior de un lado a otro
y luego el de arriba. Sus manos estaban masajeando mis nalgas, yo bajé su bóxer
y acaricié su masculinidad, él correspondió de la misma manera acariciando mi
parte más íntima con dos dedos, nos besamos desesperadamente y luego sustituyó
sus dedos por su miembro, pero sin introducirlo, sólo me frotaba suavemente.
Se separó para ponerse el condón que tomó del lavabo, me
hizo darme la vuelta, tomó mis manos y las puso a los lados del lavabo. Yo lo
sujete con fuerza, se colocó detrás de mí y se introdujo en mí, me mordí el
labio para no gritar y él comenzó a moverse sujetándome de las caderas, yo trataba
de reprimir los gemidos, a pesar de que se escuchaba el agua cayendo. Él salía
y entraba de mí sin cesar, puso dos dedos en mi boca que igual salían y
entraban de ella y su otra mano subía y bajaba por mi muslo, apreté los ojos
cuando sentí que él explotaba en mi interior desencadenando que yo lo alcanzara
segundos después.
– Estuve esperando todo el día por esto – susurró en mi
oído – me trastornas ____, cada día ansío más estar contigo – agregó y me giro
la cara para besarme.
Cuando desperté, a la mañana siguiente, Zayn no estaba en
la cama, supuse que se había ido a correr de nuevo, miré el reloj y casi eran
las diez de la mañana, así que me levanté. Después de lavarme los dientes, me
ganó la curiosidad y me asomé a la habitación de Tom, pero no estaba, entonces
bajé a la cocina. Estaba por abrir la puerta y escuché murmullos.
– Yo también te extraño mucho princesa, te prometo que lo
primero que haré mañana cuando regrese será ir a verte – dijo la ya familiar
voz masculina y se me hizo un nudo en la garganta.
CAPITULO 20
Pasé saliva, tratando de ordenar las ideas en mi cabeza y
aclarar mi garganta, abrí la puerta de golpe, él se dio la vuelta y me miró
asustado, guardó silencio unos segundos, me dio una sonrisa fingida y siguió
hablando.
– Tengo que irme hermanita – volvió a guardar silencio,
supuse que estaba escuchando al interlocutor – aquí está ____, yo le doy tus
saludos, sí, ella también te manda saludar, un beso y mañana hablamos – agregó
y finalmente colgó – buenos días cariño – dijo dándome un beso pero yo moví la
cabeza y me lo dio en la mejilla – era Carla, está de vacaciones en Nueva
Jersey.
No le respondí nada, sólo asentí con la cabeza, ¿desde
cuando Zayn le llamaba princesa a su hermana?, por qué me sentí mal al
escucharlo?, si me engañaba yo le estaba haciendo lo mismo, creo que al final
lo que duele es el orgullo o quizá yo sola era la que me seguía haciendo rollos
extraños en la cabeza por el peso de la culpa, la pregunta era ¿qué sentía yo
por Zayn?, tenía que encontrar la forma de averiguarlo.
Tomé su cara con mis manos y lo miré a los ojos, se veía
nervioso, trataba de esquivar mi mirada y entonces lo besé dulcemente, él
titubeo, pero al final puso sus manos en mi cintura y yo corrí las mías hacia
su cuello, terminó por abrazarme completamente y el beso se intensifico un
poco, yo bajé mis manos a su espalda y de pronto, se escuchó un fuerte
carraspeo que nos hizo romper el beso, pero permanecimos abrazados.
– Lamento la interrupción – dijo Tom visiblemente
molesto, con el ceño fruncido, recargado en la puerta con los brazos cruzados y
los puños cerrados.
– No te preocupes Tom, lo dejaremos para después, ¿verdad
amor? – respondió Zayn sin soltarme y me dio un corto beso en los labios.
– Pueden aprovechar más tarde cuando Julieta y yo vayamos
al supermercado – exclamó en tono sarcástico y pude notar como apretaba más los
puños.
– Voy a preparar café – dije separándome de Zayn y pude sentir
la mirada asesina de Tom aún cuando estaba de espaldas.
– Zayn, ¿me puedes dar las llaves del Audi?, por favor,
ya que tú fuiste el que lo guardó en el garaje.
– Claro, voy por ellas, las dejé en la habitación.
En cuanto Zayn salió de la cocina, Tom me sujetó
fuertemente por el brazo y me hizo girarme para mirarlo.
– ¿Qué parte no te quedo clara de que no permitieras que
te tocara? – recriminó furioso.
– Es mi novio, no puedo rechazarlo todo el tiempo.
– Eres mía ___, sólo mía y si no quieres que le tumbe los
dientes al imbécil ese, vas a buscarte un pretexto muy bueno para que ni
siquiera te mire.
–Suéltame que me estás lastimando, no eres nadie para
exigirme nada, recuerda que lo nuestro es sólo sexo sin compromiso, fue fácil
conseguirlo y con esa misma facilidad puede acabarse.
– Estás muy equivocada si piensas que te voy a dejar ir
con facilidad, me perteneces, no lo olvides.
– No soy un objeto Tom, puedo tomar mis propias
decisiones, no lo olvides.
Se escucharon los pasos fuertes de Zayn y entonces me
solté. No supe de donde saqué fuerzas para decirle eso, lo que había entre Tom
y yo no era sólo sexo, al menos no de mi parte, y debía reconocer que por un
lado me sentía feliz por los celos de Tom, aunque no sabía si los provocaban un
sentimiento afectivo o sólo era su orgullo de hombre herido.
Zayn y Julieta entraron a la cocina, ella abrazó de nuevo
muy efusiva a Tom y sentí un dolor en el pecho, después me saludó a mí muy
entusiasta como siempre, yo le sonreí, pero la tensión se sentía en el aire.
Desayunamos ahí, casi en silencio, sólo Julieta y Zayn
hablaban de vez en cuando. En cuanto terminé, subí a mi habitación a cambiarme,
me puse unos vaqueros y un suéter ligero. Zayn subió después y me abrazó por
detrás, pero me separé argumentando que no estábamos solos y que no era nuestra
casa. Él aceptó sin recriminaciones y empezó a cambiarse de ropa y yo bajé.
Escuché las risas de Julieta provenientes de la parte trasera de la casa,
resoplé y caminé hacia allá, estaba jugando ping pong con Tom, quien se puso
serio al verme.
Minutos después llegó Zayn y entonces Julieta propuso que
jugáramos los cuatro. El juego empezó tranquilo, pero de repente, Tom empezó a
golpear la pelota demasiado fuerte mandándosela a Zayn que le respondía de la
misma manera, Julieta y yo nos quitamos al ver lo agresivo que se estaba
poniendo el asunto. Tom miraba con rabia a Zayn y se notaba que tenía todas las
intenciones de golpearlo con la pelota y si no hubiera sido porque Zayn era muy
hábil para regresársela, lo habría conseguido.
Julieta me sugirió que entráramos a casa y no muy
convencida lo hice ya que ella prácticamente me arrastró al interior, pero yo
estaba sumamente nerviosa por lo que pudiera pasar entre ellos si se quedaban
solos. Ella encendió el televisor y empezó a cambiar de canal en canal hasta
que encontró algo que le llamó la atención, era un partido de hockey sobre
hielo y gritó emocionada porque su equipo favorito estaba jugando. Más tarde
entraron Tom y Zayn y éste también se entusiasmó porque era gran aficionado de
ese deporte, así que se sentó al lado de Julieta en el sillón.
– ¿A caso te gusta el hockey? – preguntó sorprendido.
– Uy sí, desde niña, mi papá lo jugaba, aunque nunca
estuvo en un equipo profesional.
– ¿Y a qué equipo le vas?
– A Chicago Blackhawks.
– ¿Bromeas?, yo también.
– Chócalas amigo – exclamó entusiasmada y le extendió la
mano que Zayn se la chocó – ojala que ganen, acaba de empezar el partido.
– Julieta, ya habíamos quedado en ir al supermercado –
dijo Tom serio.
– Pero baby, sabes que cuando los Balckhawks juegan el
mundo desaparece para mí, vamos cuando termine, ¿sí?
– Y tú sabes que a mí eso me aburre.
– A ____ también – intervino Zayn.
– Entonces ustedes, par de aburridos, vayan a hacer las compras
mientras mi amigo Zayn y yo vemos el partido.
– Sí, es buena idea y de paso traen unas cervezas –
agregó Zayn.
Tom me miró y entró a la cocina por las llaves del coche,
que había dejado ahí cuando se las entrego Zayn. Yo no estaba muy segura de ir,
lo que menos quería era que empezara con reproches otra vez, pero al ver que
Julieta y Zayn estaban ensimismados viendo el televisor y yo no encontrar otra
cosa que hacer, decidí acompañar a Tom, al fin que iríamos a un lugar lleno de
gente.
Caminé hacia el coche y Tom me abrió la puerta para que
subiera, él se dio la vuelta y entró también, sin decir nada, lo puso en marcha
y la radio empezó a sonar .
Conseguir mucho de mí
Conseguir mucho de ti
Caminando por las calles y apenas y te conozco
Parece como si estuviéramos predestinados
Tomarnos de las manos cuando salimos en las noches
Tengo novia dices, esto no está bien
Y yo también tengo a alguien esperándome
¿Qué es esto?, es sólo el principio
¿Por qué no puedo respirar cada que pienso en ti?
¿Por qué no puedo hablar cada que digo algo sobre ti?
Es inevitable,
Es el hecho de que caeremos ahí,
Así que dime
¿Por qué no puedo respirar cada que pienso en ti?
– Perdóname, no debí tratarte así en la mañana – empezó a
decir mientras la canción seguía sonando – pero, me enferma la idea de pensar que
él te toque, sé que es tu novio y que yo sólo soy un extraño en tu vida, que ni
siquiera nos conocemos bien – guardó silencio mientras le tocaba un semáforo en
rojo – sólo no puedo procesar esa idea, lamento mucho haber perdido los
estribos ___, por favor, perdóname.
– No me gusta que me trates como un objeto, sé que
nuestra… lo que sea que tengamos, empezó de forma extraña, pero eso no te da
derecho a que me trates así.
– Lo sé, estoy muy arrepentido.
– Y después, ¿qué fue todo ese despliegue de hombría en
el ping pong?
– Una forma muy infantil de… demostrar quién es el mejor.
– Eso no se demuestra así Tom, no necesito un súper macho
a mi lado.
– ¿Me perdonas? – preguntó con cara de arrepentimiento.
– Lo voy a pensar y ahora sí es en serio.
– ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?
– Comportarte como el adulto que eres y pensar con la
cabeza y no con el hígado.
– Lo intentaré.
– Cuando lo hagas, entonces hablamos – dije firme y miré
por fuera de la ventanilla.
Llegamos al supermercado y él se bajo a abrirme la
puerta, me tendió su mano para que me apoyara, no pude negarme a su gesto y
cuando salí del coche quedamos cerca mirándonos, pero yo desvié la vista y
comencé a caminar sin esperar a que cerrara la puerta del coche. Después él me
alcanzó y entramos al lugar. Tomó una canastilla y me guió por uno de los
pasillos.
CAPITULO 21 (FIN DEL MARATOM)
– ¿Qué venimos a comprar? – pregunté caminando a su lado.
– Todo lo necesario para la cena, ya mañana nos vamos,
así que hoy haremos un festín.
– ¿Y cuál será el menú?
– Pasta y ensalada, sin faltar un buen vino.
– Pero, falta el postre.
– Cierto, ese te toca a ti.
– ¿Te gusta el flan napolitano?
– ¿Sabes prepararlo?
– Por supuesto, soy una gran cocinera.
– Eso quiero verlo, habrá flan entonces.
Le sonreí y caminamos al pasillo a buscar los
ingredientes para el flan, incluido el molde porque me dijo que no tenía.
Después fuimos al área de frutas y verduras, escogimos una lechuga verde y una
morada, pequeños tomates, uvas y finalmente fuimos por la pasta, el queso y el
vino.
– Qué bonita pareja, seguro acaban de casarse, me
recuerda a nosotros hace cuarenta años.
Escuché que una señora le decía al que debía ser su
esposo, él asintió y le dio un dulce beso en los labios, mi corazón se oprimió
y por primera vez en mi vida me visualicé anciana y sólo había un hombre con el
que quería llegar a esa edad.
– Ya está todo, podemos irnos– dijo Tom sacándome del
trance – ¿estás bien?
– Sí – apenas pude decir, sin quitar la vista de la
pareja que seguía mirándonos.
– ¿Los conoces? – me preguntó mirándolos también y les
sonrió.
– No.
Tom me sonrió, pero de forma muy diferente a como lo
hacía normalmente, aunque en ese minuto no supe si era realidad o mi mente me
estaba haciendo una jugada, para mi sorpresa me tomó de la mano y me hizo
caminar.
Pagó todas las cosas y se negó rotundamente a que yo
contribuyera con algo. Caminamos al estacionamiento y metió las bolsas en el
maletero. Volvió a abrirme la puerta y luego subió él. Empezó a manejar por una
calle inclinada, era un rumbo diferente al que tomamos cuando llegamos, al
subir estaba un poco desierto, sólo había casas de un lado y del otro había un
pequeño bosque. El coche se movio un poco y se apagó.
– ¿Qué pasa? – pregunté extrañada.
– No lo sé – trató de encenderlo tres veces y no
funcionó.
– Creo que se averio, que lata, me molesta alquilar
coches, no sabe uno quien los usa ni si les dan mantenimiento.
– ¿Y qué haremos?
– Esperar un poco, quizá sólo necesita enfriarse.
Me acomodé en el asiento y eché mi cabeza atrás en el
respaldo. Él hizo lo mismo, pero me di cuenta que jugaba con sus manos. De
pronto, se dio la vuelta y me miró sin decir nada, yo me acomodé de lado para
verlo también, acarició mi rostro y puso un mechón atrás de mi oreja, yo
sostuve su mano, entonces, se acercó y me besó despacio, sin intentar algo más,
yo le respondí de la misma manera, pero bajé su mano con la mía y la puse sobre
uno de mis senos, él comenzó a acariciarlo lentamente, mi mano buscó los
botones de su camisa y empecé a desabrocharla y a acariciar la piel que iba
quedando al descubierto. Él se separó y echo su asiento hasta atrás, con sus
ojos miel me invitó a que me sentara sobre él y eso hice.
Volvimos a besarnos mientras él metía sus manos debajo de
mi suéter y acariciaba mi piel. Besé su cuello y su torso, desabroché el
cinturón y el pantalón, me separé y me quité el suéter, él se acercó y besó la
parte superior de mis senos que salía del sostén en tanto yo acariciaba su
masculinidad, él me desabrochó el pantalón y me acarició por encima de las
medias, jadeé al sentir sus caricias.
– ___, no debiste ponerte pantalón – se quejó con la voz
entrecortada.
– No tenía planeado hacer esto y menos aquí.
Me sonrió y entonces, yo me senté en el asiento del
copiloto y me quite el pantalón y la ropa interior mientras él bajaba el suyo
hasta las rodillas después de sacar un condón del bolsillo.
– ¿Acaso eres dueño de esa empresa? – pregunté al tiempo
que se lo colocaba.
– No, pero me gusta estar prevenido, uno nunca sabe en
qué momento se darán las cosas – respondió mientras me atraía a su cuerpo.
Me senté sobre él con las piernas a los lados y entró en
mí, empecé a moverme lentamente, con mis manos sobre el respaldo del asiento,
él movía las suyas de mis muslos a mis nalgas. Nuestros rostros estaban pegados
por la nariz, nos mirábamos, jadeábamos en sincronía, a la par que nuestros
cuerpos se fundían en uno. Aceleré los movimientos, él me sostenía por las
caderas, nos besamos apasionadamente en tanto los movimientos se volvían más frenéticos,
buscando un solo objetivo. Rompí el beso y puse mi boca en su cuello moviéndome
aún más rápido y segundos después sentí como mi cuerpo se estremecía al llegar
al éxtasis total al mismo tiempo que él.
Me quedé así unos minutos, mientras nuestras respiraciones
recobraban su curso normal, lo besé nuevamente y luego de un lapso me separé,
al pasarme al otro asiento no sé cómo, creo que con el codo hice sonar la
bocina del auto. El soltó una risa divertida y yo también. Me puse la ropa
mientras él se acomodaba la suya. Encendió el auto que respondió a la primera y
lo miré sorprendida, arqueando una ceja.
– Está bien, me pillaste y me confieso culpable, jamás
falló el auto – aceptó con una sonrisa en los labios.
– ¡Me engañaste!, eres un mentiroso y un tramposo – dije
cruzándome de brazos.
– Tú eres la causante de todo, me vuelves loco, no podía
esperar hasta la noche para tenerte entre mis brazos.
– ¿En serio? – pregunté un tanto sonrojada.
– Por supuesto, no sé qué me pasa cuando estoy contigo
que pierdo el control, eres un peligro ___, nublas mi mente y no me permites
ver las cosas con claridad.
– Quizá debas remitirme a las autoridades – respondí
jugando.
– Eso haré, pero tu condena será estar encerrada en un
cuarto conmigo, sin oportunidad de fianza ni de apelación.
– Eso sí me da miedo – exclamé y me abracé a mí misma.
– Debería, en serio, ya no sé qué otra locura podría
cometer, eres una hermosa tentación andante.
– Definitivamente deberían encerrarme, en una torre alta
sin accesos.
– Y yo iría a rescatarte – dio la vuelta en la siguiente
esquina – ya no puedo imaginar mi vida sin ti, definitivamente me hechizaste.
Mi corazón se disparó ante esas palabras y ya no supe que
más decirle, coloqué mi mano encima de la suya, sobre la palanca de velocidades
y él me sonrió, en un semáforo en rojo se acercó y me besó dulcemente. Seguimos
el trayecto en silencio, yo quería preguntarle tantas cosas, pero no sabía
cómo, no quería arruinar el momento, parecía mágico. Llegamos a la casa, Tom
metió el coche a la cochera, me ayudó a bajar y me dio un beso en los labios,
yo lo miré asustada.
– ¡Tom!, pueden vernos.
– Tranquila, todavía siguen viendo el partido – respondió
y volvió a besarme, pero después de unos segundos lo separé.
– Basta, no es bueno tentar a la suerte.
Me sonrió y luego bajó las bolsas del maletero, caminamos
a la cocina y dejamos todo ahí, en efecto, Julieta y Zayn seguían viendo el
partido. Él me preguntó por las cervezas y le dije que se nos olvidaron, sólo
esperaba que no notaran que nos tardamos más de la cuenta, pero al verlos tan
emocionados siguiendo el partido descubrí que no habían sentido el tiempo
pasar.
Subí a darme una ducha y cuando bajé ya había terminado
el partido. Julieta y Tom estaban en la cocina y no pude evitar sentir celos de
esa escena, pero cuando él se dio cuenta de mi presencia me guiñó un ojo y se
me aceleró el corazón, olvidando la molestia. Zayn estaba afuera de la casa,
hablando por su movil otra vez, así que me puse a preparar el flan.
Era una situación tan extraña, Tom partía las lechugas
mientras Julieta preparaba la pasta y yo estaba poniendo los ingredientes en el
molde, entonces extrañamente, noté que la actitud de ella estaba un poco
diferente, no estaba tan efusiva con Tom y por primera vez escuché que lo llamó
por su nombre en lugar de decirle “baby”, que por cierto, odiaba que le dijera
así.
Zayn entró finalmente y también se puso a ayudarnos, puso
el vino en la nevera y comenzó a separar las uvas de los racimos. Parecíamos
cuatro buenos amigos de toda la vida compartiendo un agradable momento culinario,
incluso las cosas entre Tom y Zayn estaban más relajadas, se habían olvidado
del acalorado partido de ping pong y, como mi novio estaba distante conmigo,
Tom se estaba comportando tranquilamente. Como a las seis estaba lista la cena,
Julieta y yo pusimos la mesa y después nos sentamos los cuatro a comer mientras
seguíamos hablando.
– ¿Por qué no mezclas los alimentos ____?, de todas
maneras se mezclan en el estómago – preguntó Julieta divertida.
– No sé, es una manía que tengo desde niña, creo que fue
a raíz de una vez que me enfermé del estómago.
– Que curioso, nunca había conocido a alguien así y yo
que pensaba que era rara.
– Creo que todos tenemos alguna manía, la de Zayn es hablar
por teléfono.
– Cariño, no es algo que disfrute mucho, créeme, es sólo
por el trabajo.
–Yo también trabajo mucho Zayn, pero no soy esclavo del
teléfono – dijo Tom serio mientras lo fulminaba con la mirada porque me había
agarrado la mano, pero yo la retiré suavemente para que él no notara nada
extraño.
El comentario de Tom me recordo a la conversacion que yo
había escuchado en la mañana y al volver a verlo hablando por telefono, me
llevaron a la conclusión de que Zayn escondía algo, quizá no era una amante,
pero había algo raro en su vida que no quería que yo supiera y lo analicé con
la mirada unos segundos tratando de descubrir que era lo que me escondía.
Después que terminamos de cenar vimos una película de
acción y luego jugamos Jenga. Hubo un momento en el que entré a la cocina por
un vaso de zumo y Tom entró tras de mí.
Me encanta tu finc enseriio espero q subas pronto xq enserio ss ermosa y morblsa jaja xD .
ResponderEliminarAhora mismo no te sigo xq estoi x el.movil y no se cm hacerlo pero mañana naviidad lo are ;)
Enseriio muchas feliciidades eres una escritora de 10.
Me gustan muchsiimk las partes en las que pelean morbosamente!!! jajaja
Hasta la vista o mejor dicho hasta q subas otra entrada.!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminardisculpa, pero tengo la graaaaan duda de si esta en verdad es tu historia, porque existen millones de ellas pero con diferentes protagonistas, con "nick y tu" "justin y tu" "zayn y tu" "harry y tu" y despues esta la original. No es por atacarte, pero lo mas correcto es que si transcribes la historia de la original, debes de aclarar que es una adaptacion, y poner de donde la sacas, ya que esto como sabemos es plagio, y no considero que te debas de llevar el credito de la autora original.
ResponderEliminarme encanto simplemente fantástica...sera que si la enga~a Zayn aii no se que pensar yo digo que si ...y que onda con Tom me encanta que se ponga celoso aunque no agresivo pero igual me encanta y que paso con la actitud de Julieta mmmmm... jajaja enserio estuvieron geniales ..bueno cuidate
ResponderEliminarYo estoy segura que Zyan esconde algoo. Talves una hija!!
ResponderEliminarSiguelaa ... Amo la fic ;D
:O q romantico eso q le dijo Tom a (Tu nombre) jajaja definitivamente Tom se enamoro de ella aunque no lo quiera reconocer y ella de el.. q sera lo q esconde Zayn para mi es q tiene una amante porq esa llamadera x tlf es muy extraña!!!!
ResponderEliminar