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lunes, 13 de enero de 2014

Capitulos de Maratom

CAPITULO # 35

– Hola Julieta, ¿cómo estás?
– Bien Caroline, gracias, __ que gusto de verte – le medio sonreí avergonzada – ¿así que quieres saber si Tom y yo fuimos novios? – dijo entrando a la habitacion.
– Caroline acaba de contarme lo de Noelia y cómo ayudaste a Tom a salir adelante.
– Además de que has visto como nos tratamos, ¿no? – asentí con la cabeza – está bien, te contaré la verdad – se sentó al lado de Caroline– cuando teníamos 17 años, en una fiesta jugamos botella, alguien me puso de “castigo” besarlo durante minuto y medio y yo encantada lo hice, porque sí, Tom me gustaba desde que me acuerdo, pero en ese beso comprendí que éramos como hermanos, que no había química entre nosotros como pareja y cuando lo platicamos, ambos estuvimos de acuerdo, olvidamos ese beso y seguimos siendo confidentes como hasta ahora, ¿aclarada la duda?
– Sí, pero… dan la impresión de ser amigos con derechos.
– Es una táctica que usamos ya sea para alejar a alguien o confirmar si le interesamos.
– ¿O sea que están confabulados para cortar las expectativas si alguien no les gusta y si les interesa otra persona lo hacen para darle celos?
– Suena medio perverso, pero sí, le he espantado a varias y él a mí a algunos tipejos.
– ¿Entonces tú ya sabías de mí existencia desde antes que nos descubrieras?
– Sí.
– Hija, acaban de llegar el estilista y el maquillista – anunció Simone

Yo me quedé de una pieza, ahora comprendía muchas cosas y porque ella había cambiado su actitud hacia él de repente, Tom quería corroborar mi interés por él, pequeño tramposo, entonces me pregunté desde cuando él había roto la tercera regla. Me sacaron de mis pensamientos cuando me dijeron que sería la primera que arreglarían, ya que Julieta dijo que tenía que bañarse y Caroline tenía que vestirse antes de que la peinaran.

El chico inició con su trabajo, me recogió todo el cabello en una moderna coleta en el que se veían las ondas de mis cabellos, dejó algunos rizos colgando en ambos lados de la cara y el flequillo peinado de lado, después pasé con el maquillista y me sentí como una celebridad, me preguntó de qué color era mi vestido y le dije que azul, así que de ese color me maquilló los ojos, me miré al espejo cuando terminó y casi no me reconocí, vaya que sabían hacer bien su trabajo.

Mientras tanto peinaban a Diana y maquillaban a Julieta. Por su parte, Simone ayudaba a Caroline a ponerse el hermoso y moderno vestido blanco, diseñado por ella misma, una vez que lo tuvo puesto se sentó con sumo cuidado para que la peinaran y maquillaran, entonces fui a mi habitacion para cambiarme de ropa.

Entré y estaba vacía, así que cuidadosamente me quité la blusa y luego el panti, saqué mi vestido del enorme armario que parecía una habitacion más y me lo puse junto con mi nueva ropa interior al igual que mis sandalias, estaba mirándome al espejo cuando Tom entró.

– Wow, voy a ser la envidia de toda la fiesta, te ves bellísima, corazón.
– Gracias – dije sonriéndole y dándome una vuelta, de pronto la triste historia vino a mi mente y lo abracé con todas mis fuerzas y le acaricié la espalda – gracias por dejarme entrar en tu vida.
– Las gracias debería de dártelas yo a ti, tú fuiste la que me llamó, ¿recuerdas?
– Sí, pero… – me quedé callada, no sabía si era buena idea que él supiera que Caroline me había contado sobre su primera novia – tú rompiste las reglas… ¿desde cuando Tom? necesito saberlo, por favor.
– Casi desde el principio, ¿recuerdas la noche en que llovió? – asentí con la cabeza – me quedé contigo hasta mucho después que amaneció, era mentira que no traía coche, si te lo dije fue porque no quería ilusionarte, yo mismo no quería ilusionarme, estaba muy confundido __ y quizá rompí las reglas antes que tú.
– Te amo Tom, creo que te amé desde el primer segundo que te vi.
– Creo que yo también, eres la única mujer con la que hecho el amor y, si me lo preguntas, no sabría decirte exactamente cuando sentí esa diferencia, así que como veras, definitivamente el agradecido de que hayas entrado a mi vida soy yo – me beso tiernamente los labios – ahora tengo que cambiarme, nos toca recibir a los invitados.
– ¡Qué nervios!
– Relájate, te ves preciosa, impresionarás a todos, ya verás.

Cuando vi el color de su camisa me quedé sorprendida, era azul, del mismo tono que mi vestido, cuando se lo hice notar me dijo que estábamos en sincronía y me guiñó un ojo. Bajamos y salimos a la terraza, ya había algunos invitados que platicaban con Jaxon y Diana. Más tarde Tom me presentó a algunos de sus tíos Austin, Mario y Marco, hermanos de Gordon, muy serios ellos, por cierto.

A las seis en punto nos colocamos en nuestros respectivos lugares, todos los Kaulitz en primera fila, Julieta y su hermano detrás de nosotros y del otro lado los papás de Dylan. Calculé que serían unos 200 invitados. El sacerdote ya se encontraba en el altar y Dylan también, visiblemente contento y nervioso. La melodía empezó a sonar y entraron las damas, con vestidos color lila y una cinta rosa en la cintura, cuando llegaron a su lugar Caroline hizo su aparición, del brazo de Gordon, comenzaron a caminar por el pasillo, ambos con una gran sonrisa. Al llegar al altar, Gordon entregó la mano de Caroline a Dylan que la recibió gustoso y se pararon frente al padre que dio inicio a la ceremonia. Dijeron sus votos emocionados y después Tom y la madrina les colocaron el lazo. Al terminar, Caroline y Dylan se dieron un dulce beso y después caminaron por el pasillo mientras les aventaban pétalos de margaritas.

Pasamos al salón, una pequeña banda de cuatro músicos amenizaba con melodías suaves, todos empezaron a tomar sus lugares, Caroline y Dylan en la mesa de honor, uno de los músicos les pidió que pasaran a bailar su primera pieza como casados y todos les aplaudimos, Tom me tomó la mano por debajo de la mesa y me sonrió, estaba tan feliz por su hermana. Los músicos siguieron tocando, algunos se pararon a bailar y un par de horas después sirvieron la cena. En cuanto terminamos de comer, anunciaron que era momento de las palabras del padrino y Tom se puso de pie.

– Buenas noches a todos, es para mí un gran honor dirigirme a ustedes, Caroline y Dylan, es un poco difícil para mí ver a mi hermanita como toda una mujer casada, todavía la recuerdo brincando por toda la casa usando coletas y calcetas, pero el tiempo pasa y el amor tocó a su puerta y me da muchísimo gusto que haya sido de un chico ejemplar como lo es Dylan, bienvenido a la familia. Bien, tenía preparado un largo discurso, pero lo olvide en la maleta, así que sólo les diré lo siguiente.

Tomó un respiro.

– Amor es como encontrar un oasis en el desierto, hay muchos espejismos, pero sólo uno es el verdadero. Caroline, Dylan mis mejores deseos para esta aventura que inician juntos, estoy seguro que serán inmensamente felices y que formaran una preciosa familia, hermanita te adoro, cuñado, más te vale que te portes bien con ella, ¿vale? – dijo con su típica sonrisa traviesa y levantó su copa – ¡Salud por los novios!

¡Salud!, exclamamos todos los presentes levantando nuestras copas y después bebimos el champagne. Tom me sonrió y me extendió su mano.

– ¿Bailamos? – propuso caballerosamente.
– No soy muy buena, pero si he hecho otras locuras por ti, ¿qué más da un simple baile? – respondí sonriendo y tomando su mano.

Nos levantamos y caminamos a la pista, ahí estaban Jaxon y Diana, que nos vieron y nos sonrieron, al igual que Simone y Gordon, que no podían ocultar su felicidad. Tom puso una mano en mi cintura y con la otra tomó una de mis manos y coloqué la restante sobre su hombro, empezamos a movernos al ritmo de la tranquila melodía, Tom tenía apoyado su mentón al lado de mi frente y danzábamos suavemente, me dejé llevar completamente por él y creo que no lo hice tan mal. Terminó la canción y regresamos a la mesa.

La fiesta siguió, bailamos otras melodías, hablamos y después llegó el momento de aventar la liga. Caroline se sentó en una silla en medio de la pista y Dylan se la quitó lentamente mientras los hombres silbaban rodeándolos.

– ¿Sabes?, es la primera vez que Tom se une a ese ritual – dijo Julieta sentándose a mi lado.
– ¿En serio?, ¿no lo hizo en la boda de Jaxon? – pregunté sorprendida.
– No, y ni en ninguna otra boda, así que me da mucho gusto que hayas terminado con Zayn y hoy estés aquí.
– Veo que entre tú y Tom no hay secretos.
– No te creas, sí los hay, no le cuento todo lo que hago, ni él a mí tampoco, pero ese no es el punto, la semana pasada me encontré a Zayn en un bar.
– ¿En serio?, ¿y cómo está?
– Bien, dentro de lo que cabe, me contó todo lo que pasó entre ustedes, sus mutuos engaños, te admiro, yo no sé si hubiera tenido el valor para confesar algo así.
– Tenía que saber la verdad.
– Pues sí, de alguna u otra manera se iba a enterar y fue mejor que lo supiera por ti.
– ¿Piensas que soy de lo peor?
– No __, a veces el destino se presenta de una forma extraña, pero las cosas se acomodan de tal forma para que estemos con quien debemos estar y el tuyo definitivamente es con Tom y de la misma forma Zayn encontrará a la mujer con la deba pasar el resto de su vida, su relación sólo fue una experiencia más, por cierto, también terminó con ella, que tipa más desagradable.
– ¿Y ella se lo tomó tan tranquila?, a mí me amenazó.
– Obvio no, estuvo acosándolo, pero él tomó cartas en el asunto y logró que le pusieran una orden de restricción, así que, frustrada, regresó a vivir con sus papás a San Diego.
– ¿Y de todo eso hablaron en una noche?
– La mayoría sí, casi nos sacaron con la escoba y como hablamos muy a gusto intercambiamos números de telefono y mails, así que hemos seguido en contacto.
– Te gusta, ¿verdad? – dije recordando la escena de ellos viendo el partido de hockey.
– Es muy lindo y tenemos muchas cosas en común, pero no sé, necesita poner en orden su cabeza y su corazón… claro que yo no tengo prisa.

En eso, Caroline gritó que aventaría el ramo, yo no quería ir, pero Julieta me levanto y nos pusimos detrás junto con varias chicas que estaban emocionadas. Caroline estuvo jugando un rato a aventarlo hasta que lo hizo finalmente y le tocó a Julieta que gritó entusiasmada, aunque la verdad yo no creía en esa tradición.

Poco después, Caroline y Dylan se despidieron, para partir a su luna de miel en las Bahamas, ella me abrazó fuertemente y después me tomó de las manos.

– Me voy muy feliz y no sólo porque me he casado con el hombre que amo, también porque en unos meses seré ¡tía!, pero más por saber que Tom ha encontrado finalmente el amor y me alegra tanto, gracias ___ por este regalo.
– Gracias a ti por tus palabras, la verdad no sé qué decirte.
– No tienes que decirme nada, sólo ser feliz con mi hermano – me dio un beso en la mejilla, se separó y lo abrazó a él.

Después Tom me abrazó y vimos como se iban en un hermoso coche convertible, que traía amarradas las tradicionales latas y el letrero que anunciaban que eran recién casados, Caroline mandó besos y se despidió levantando la mano, al igual que Dylan que luego puso el coche en marcha y se alejaron.

Estuvimos un rato más en la fiesta y cuando quedaban pocos invitados, Tom tomó una botella de champagne, un par de copas y me tendió el brazo, yo le sonreí y se lo tomé. Caminamos por la playa y no muy lejos de la casa había como una especie de cama, con cuatro barrotes a los lados y un techo de donde colgaba un velo blanco. Nos sentamos ahí, Tom destapó el champagne sirvió en ambas copas y me dio una.

– Por ti, por mí y por nuestro amor – dijo chocando mi copa.
– Por nosotros y porque nuestro amor dure toda la eternidad.

Nos bebimos el contenido de las copas, después dejó la botella y las copas en la arena. Se acercó a mí y me acostó, me acarició un brazo y yo le acaricié su cara, suspiré y lo acerqué a mí para besarlo con pasión y amor, nuestras lenguas se entrelazaron, acariciándose suavemente, saboreándose.
Tom se colocó encima de mí, puso su mano sobre mi muslo y lo acarició, subiendo y bajando por debajo del vestido, luego rompió el beso para mordisquear mi cuello.

CAPITULO # 36

Me abrazó y se giró para que yo quedara encima de él, le sonreí y me enderecé, quedando hincada sobre él, con mis piernas a los costados, empecé a desabrochar su camisa y se la quite por completo, besé y lamí su torso perfecto, deteniéndome en sus pezones con los que jugueteé un buen rato, mientras miraba como su pecho subía y bajaba al ritmo de su acelerada respiración, bajé por su abdomen y volví a detenerme en su ombligo, sus jadeos se intensificaron. Me detuve y volví a enderezarme, bajé el cierre del vestido, él quiso ayudarme, pero le moví la cabeza negativamente, tomé sus manos y las puse a los lados de su cabeza y lo besé unos segundos para después volver a hincarme.

Bajé los tirantes del vestido y quedaron mis senos al descubierto, él subió sus manos y me los acarició mientras yo me soltaba el cabello. Lo detuve para despojarlo de su pantalón y su bóxer, me lamí los labios al ver su erección y mi corazón terminó por dispararse completamente, me quité el vestido y la ropa interior. Tomé su masculinidad entre mis manos, pero Logan me pidió que me volteara para que él pudiera también besar mi parte más íntima, así que le obedecí.

Sentí su tibia lengua recorrer mis pliegues mientras yo hundía su erección en mi boca y la sacaba, proporcionándole el mismo placer que él me estaba dando, en momentos era tan intenso que no podía seguir con mis besos y exhalaba en la punta de su sexo y a veces él se detenía por mis caricias y jadeaba en mi interior. De pronto sentí como mi cuerpo se estremecía completamente al llegar al éxtasis total y después seguí con mi labor y segundos después Tom lo alcanzó también, emitiendo un grito profundo que fue sofocado por el ruido del mar que era nuestro cómplice al igual que la luna.

Me bajé y me acosté a su lado, le acaricié nuevamente la cara, sus párpados, su nariz, sus labios y después nos besamos, aún tenía el sabor de mi intimidad en su boca y eso volvió a encenderme intensificando el beso con ansias y hambre en tanto sentía como mi cuerpo entero se excitaba, pero sabía que tenía que esperar unos minutos así que rompí el beso y ambos tomamos aire. Nos miramos sin decir nada, sólo se escuchaba el sonido de las olas, suspiré y él me sonrió de la forma en que sabía que me enloquecía, yo le sonreí también y después cerré los ojos.

Estaba quedándome dormida cuando sentí su peso sobre mí y su boca devorando uno de mis senos, abrí los ojos de par en par y me mordí los labios, separé mis piernas y le di la bienvenida a su masculinidad que estaba más que lista para entrar en mí, el gemido fue intenso, Tom me sonrió y comenzó a moverse lentamente, entrelazó sus manos con las mías y las puso encima de mi cabeza, pegó su frente a la mía y yo le suplicaba por más y repetía su nombre una y otra vez, le rogaba que no se detuviera.

Después puso su cabeza sobre mi hombro y susurraba mi nombre en mi oído acompañado de intensos gemidos que me hacían enloquecer. Prácticamente le ordené que se moviera más rápido y me hizo caso, embistiendo una y otra vez en mí con fuerza hasta que ambos llegamos al orgasmo y Tom se dejó caer en mi pecho totalmente rendido y extasiado al igual que yo.

– Quédate así, por favor, un rato más, quiero seguir unida a ti.
– Lo que tú quieras corazón – respondió y me besó los labios – te amo ___.
– Te amo Tom y amo la forma en que me haces el amor.

Nos quedamos así unos momentos, él recostado sobre mi hombro y yo acariciándole sus cabellos, después me dijo que pronto amanecería así que nos levantamos y nos vestimos, caminamos a la orilla de la playa y nos sentamos, Tom detrás de mí envolviéndome con sus piernas y sus brazos. Poco a poco el sol fue apareciendo en el horizonte, este era el mejor amanecer de toda mi vida, sin duda era un nuevo comienzo, al lado de un extraordinario hombre que jamás imaginé encontrar, sólo esperaba que todo siguiera igual de perfecto, pero, ¿qué podría salir mal?

Abrí los ojos y Tom me miraba asustado sujetándome por los hombros, estábamos en mi departamento, y de pronto caí en la cuenta que hacía una semana que habíamos regresado después de pasar la fiesta de año nuevo con su familia. Yo estaba sollozando por el sueño que acababa de tener y lo abracé fuertemente.

– Todo fue una pesadilla, corazón, cálmate por favor.
– Fue tan real, todo fue tan real – respondí entre lágrimas.
– Pero no lo era, ¿qué soñaste mi amor que te alteró tanto? – preguntó mientras me acariciaba la espalda tratando de consolarme.
– A ti… estabas con otra y… – no pude continuar, el llanto me quebró la voz.
– Mi amor, jamás te engañaría – tomó mi rostro entre sus manos – te amo, por favor, grábatelo bien, tú eres la única mujer que hay en mi mente y en mi corazón.

Me dio un corto beso en los labios, pero yo lo sujete fuertemente y se lo devolví frenética, quería asegurarme que esto fuera real, que en verdad estaba él, ahí, en mi cama, conmigo, creo que lo desconcerté, pero me correspondió el beso con la misma intensidad, besé desesperada su cuello mientras mis manos bajaban su bóxer.

– Demuéstrame que me amas y que soy la única para ti – susurré en su oído.

Tom me envolvió en sus brazos y me recostó, me quitó la ropa interior y se colocó encima de mí, me besó apasionadamente, pero a la vez con ternura mientras deslizaba su mano por mi contorno, yo enredé mis piernas en su cintura, estaba demasiado desesperada por sentirlo dentro, no sé si por el sueño, pero quería que me hiciera suya en ese instante, sin más preámbulos. Me miró un tanto inseguro, quería prolongar el momento, como siempre lo hacía, pero ejercí fuerza con mis piernas y entró en mí de golpe, me arqueé al sentirlo y me aferré a su espalda, moviéndome rápidamente, marcándole el ritmo que deseaba.

– Te amo ___ – susurró en mi oído con la voz retorcida moviéndose en mi interior.
– Repítelo – pedí con mi voz entre cortada.
– Te amo – volvió a decir continuando con sus embestidas.
– Dilo otra vez – supliqué casi enterrándole mis uñas.
– Te amo, te amo, te amo – dijo una y otra vez mientras sentía como ambos llegábamos al orgasmo.
– Yo también te amo Tom, te amo como jamás lo imaginé, por eso me asusta la idea de pensar que puedas estar con alguien más.
– No podría volver a estar con nadie más que no fuera contigo – dijo en mis labios mirándome fijamente a los ojos – eres mi primera, mi última, mi todo – agregó frotando mi nariz con la suya.
– Te amo Tom.
– Y yo también a ti corazón, vamos, trata de dormir otro poco, apenas son las cuatro

Le sonreí y bajó de mí, se acostó detrás y me abrazó por la cintura, pegándose a mi cuerpo, yo entrelacé su mano con la mía y cerré los ojos mientras sentía su tibio aliento en mi nuca, estuve acariciando sus dedos hasta que volví a quedarme profundamente dormida. El despertador hizo su labor de todas las mañanas y no muy convencida lo apague, me volteé y abracé a Tom que seguía con sus ojos cerrados, le di un beso en cada parpado y luego uno en su boca.

– Buenos días mi amor, ya es hora de levantarse.
– Buenos días corazón… lo sé y no quiero, debo ir a Chicago a una convención.
– Yo tampoco quiero que te vayas pero tres días se pasaran volando, ya lo verás.
– Me encanta tu optimismo – dijo acariciando mi nariz con su dedo índice.
– Y a mí me encantas todo tú, anda, no quiero llegar tarde a la oficina.

Nos levantamos y nos bañamos, después nos vestimos y desayunamos cereal. Tomé mi bolso y salimos del departamento, bajamos por el ascensor, subimos a su coche y me llevó a la oficina. Antes de bajar, le di un gran beso y un abrazo. Él iba a su departamento a dejar el coche y por su maleta para luego ir al aeropuerto.

Esa mañana estuvo muy agitada, hicimos una presentación para un nuevo cliente, tuvimos una junta con el señor Ryan y estuve respondiendo miles de mails. Recibí un mensaje a mi telefono de Tom que acababa de abordar el avión y después Victoria me llamó para que almorzáramos juntas, se escuchaba afligida. Cuando llegué al restaurante la abracé fuertemente, me dio una sonrisa y nos sentamos.

– Entonces, ¿ya firmaron el divorcio?
– Sí, esta mañana, ¿y puedes creer que anda con su abogada?
– ¿En serio?, ¿y cómo te enteraste?
– Los vi al salir del juzgado, se besaron y subieron al coche de él, ¿sabes?, Guido siempre fue mujeriego y un hombre así nunca puede estar solo y la verdad dudo que cambie y que pueda ser monógamo.
– ¿Crees que te haya engañado?
– Es muy probable, ¿sabes que jamás hicimos cosas triviales juntos?, como ir al cine o por un helado, casi no estábamos en casa y cuando estábamos era teniendo sexo.
– ¿Nunca se dijeron te amo?
– Sí, cuando él estaba encima de mí, eso era lo que amábamos, el sexo no a nosotros como personas, sonará tonto, pero ni siquiera sé cuál es su color favorito, pero bueno ya no hablemos más de mí, mejor cuéntame, ¿cómo te fue en las fiestas?
– Genial, fueron las mejores de mi vida, su familia es tan cálida, me hacen sentir parte de ella, todos me regalaron algo en Navidad y Tom se porta súper lindo conmigo.
– Me da mucho gusto por ti amiga, es un gran detalle de su parte que te haya llevado con su familia en esas fechas tan especiales, la primera vez que me hablas de él jamás me imaginé que iban a terminar así.
– Yo tampoco.

Cuando terminamos de comer nos despedimos con un gran abrazo, no sé si Victoria amaba o no a su ex marido, pero definitivamente sí le había dolido mucho el divorcio. Mientras caminaba pensaba en todo lo que me había dicho y vino a mi mente el terrible sueño que había tenido la noche anterior, ¿en verdad Tom podría dejar de estar con otras mujeres y serme fiel?, ¿me amaba a mí o el sexo que teníamos?, tampoco habíamos ido al cine, claro que llevarme con su familia no se compara, no llevas a la amante, llevas a la novia. Saqué mi movil y marqué al que le llamaba al principio.

“El número que usted marcó se encuentra desactivado”

Escuchar eso me dio un alivio, pero entones recordé las mentiras que me había dicho, lo que me gritó cegado por los celos, ¿me ocultaría más cosas?, ¿cómo sabía que mis flores favoritas son los alcatraces? Sin encontrar respuestas llegué a la oficina y me concentré en el trabajo.

El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos, tal como se lo dije a Tom. Me encontraba en mi departamento terminando la cena para recibirlo, cuando escuché la puerta abrirse salí de la cocina a recibirlo. Me abrazó fuertemente y me dio varias vueltas, después me besó ansiosamente mientras con una mano apretaba mi nalga.

– Te extrañé tanto __.
– Yo también a ti.

Me cargó y me dejó sobre el sillón, se quitó la chaqueta y se colocó encima de mí besándome y acariciándome un seno mientras sentía como su sexo reaccionaba.

– Te necesito tanto __ – dijo presuroso levantando mi falda y quitando la ropa interior para después bajar su pantalón y su bóxer.

CAPITULO # 37 (FIN DEL MARATOM)

Volvió a colocarse sobre mí y desabrochó mi blusa en tanto lamía mi cuello y yo también desabrochaba su camisa, él terminó por quitársela y después besó mis senos haciendo que mi respiración se elevara y mi cuerpo estuviera ya listo para recibirlo. Abrió mis piernas y se introdujo de un tirón, mordiéndome el labio inferior en tanto yo sujetaba con fuerza su espalda, entraba y salía de mí sin parar, lamió mi oreja y gemía en ella, yo tenía los ojos cerrados y jadeaba también, lo había echado tanto de menos, incrementó la velocidad de sus movimientos y sus gemidos se hicieron más audibles, mezclándose con los míos, hasta que un fuerte grito escapó de mis labios cuando sentí que ambos llegamos al orgasmo. Tom me besó apasionado y después me dio un beso en la nariz y puso su frente sobre la mía.

– Te amo – dijo mirándome con sus ojos llorosos por el placer.
– Yo también te amo y te extrañé mucho.

Se enderezó y se subió el bóxer y el pantalón, yo me levanté, me puse la ropa interior y la blusa. Después fui a la cocina por la cena, ya estaba lista la mesa, así que le serví, me serví yo y me senté frente a él. Me estuvo hablando sobre su viaje y de repente, me vinieron las palabras de Victoria a la mente y empecé a reflexionar que era lo que habíamos extrañado el uno del otro, lo primero que hicimos al vernos fue tener relaciones, ¿sería eso lo único que habíamos echado de menos?, dejé de escuchar lo que me decía y en cambio recordé las últimas conversaciones con Victoria, sobre conocerse el uno al otro y el equilibrio que debía haber entre el amor y la pasión.

– ___, ¿en qué piensas? – preguntó al notar que estaba ausente.
– En nosotros.
– ¿Así?, ¿y se puede saber exactamente en qué? – dijo acariciando mi pierna con su pie.
– Tom, ¿qué fue lo que en realidad extrañaste de no estar conmigo?
– Todo, tu sonrisa, despertar contigo, tus besos, tus caricias, tus miradas, tus cantos mientras te bañas, ¿a qué viene esa pregunta __?, ¿qué paso en estos días que estuvimos separados? – exclamó desconcertado.
– He estado pensando en la situación de mi amiga Victoria y analizando nuestra relación.
– No entiendo que tiene que ver una cosa con la otra.
– Tom– titubeé – Victoria conoció a su ex, en un bar, esa noche se fueron juntos, después se siguieron viendo y a los seis meses se casaron y tras cinco años de matrimonio se dieron cuenta que no se conocían, que sólo estaban juntos por el sexo.
– __, ¿adónde quieres llegar contándome eso?
– No quiero que nos pase lo mismo Tom, en realidad nos conocemos poco, ni siquiera sé cuál es tu color favorito, no hemos ido al cine juntos.
– Mi color favorito es el azul y no hemos ido al cine, pero fuimos a pasar las fiestas decembrinas con mi familia y si quieres saber más cosas sobre mí, sólo pregúntame.
– ¿Pensabas algún día contarme lo de tu primera novia?
– Quizá, pero, ¿cómo sabes tú eso?
– Caroline me lo contó, pero no te enfades con ella, yo le pregunté porque tenía una foto de ustedes en su habitación de la casa de Miami.
– ¿Ah, sí?, y qué más te conto?
– En qué estado caíste y como te ayudo Julieta a superarlo. Tom el punto es, ¿qué es lo que nos mantiene unidos?, ¿es amor o sólo sexo?
– __, ¿cómo puedes preguntarme eso?, te he dicho que te amo, te lo he demostrado y no sólo acostándome contigo, te he llevado con mi familia, ¿cómo puedes dudar si es amor?– respondió totalmente sorprendido.
– Porque lo primero que hicimos ahora que regresaste fue tener relaciones, ¿eso es lo que extrañabas de mí?, la mayor parte de tu lista son cosas físicas.
– Por supuesto que no, ___, en verdad no entiendo a que viene todo esto.
– A que debemos descubrir si este amor es auténtico o sólo es algo físico.
– Vale, entiendo tus dudas por la forma en que nos conocimos, pero hasta ahora sólo me has cuestionado a mí, ahora yo te volteó la pregunta, ¿qué fue lo que tú extrañaste de mí durante mi ausencia?
– Muchas cosas, tu voz, tu mirada, tu sonrisa, tus besos, tus caricias, tus palabras.
– ¿Tienes dudas de amarme?
– No es eso, simplemente hemos basado nuestra relación en la pasión, recuerda la nota que me dejaste un día, la vida es un equilibrio y eso es precisamente lo que estoy buscando, que realmente nuestra relación sea equilibrada y no sólo física.
– Y entonces, ¿qué propones para descubrirlo?
– Cuando nos conocimos tú me impusiste tres reglas.
– Que después rompimos, si mal no recuerdo.
– Sí y ahora es mi turno de implementar tres nuevas reglas, pero en esta ocasión si se rompen… no habrá nada que hacer.
– ¿Y cuáles son esas reglas? – preguntó interesado mirándome a los ojos.
– Regla número uno: no mentiras ni engaños, regla número dos: no arranques de celos, regla número tres, la más importante… no sexo durante un tiempo, quizá un par de meses.
– ¿Qué? – exclamó llevándose una mano a la cabeza – ¿no sexo?
– Sí Tom, si realmente nos amamos podremos cumplir con esa regla, pero si la rompemos – guardé silencio, asustada por lo que iba a decir – si no podemos cumplir con esa regla, no tendrá caso que sigamos juntos.
– No pensé que fueras tan influenciable.
– Llámame como quieras, pero no quiero volver a vivir una mentira como mi relación pasada, así que esas son las reglas para estar juntos, no quiero que vuelvas a mentirme aunque sea para protegerme, tampoco quiero que me hagas escenas de celos, aún no olvido lo que me dijiste en el aeropuerto, me dolió muchísimo, ¿cómo puede haber amor si me restregaste en la cara que estaba con otro cuando empecé contigo? y para la tercera regla sólo agregaría que aplica con otras personas también, si no puedes soportarlo y te acuestas con alguien más, dímelo, aplicando la primera regla y entonces todo habrá acabado, te dejare libre para que sigas con tu vida y yo seguiré con la mía, ¿aceptas?.
– Es un poco extremo ___, pero para que veas cuanto me importas y no sólo por el sexo, acepto, es más te propongo algo que realizaremos en lugar de hacer el amor, porque hace muchísimo tiempo que eso es lo que hago contigo, no es simple sexo.
– ¿Y cuál sería esa proposición?
– Te voy a contar mi historia, un poco cada noche, para disipar tus dudas, para que me conozcas y seguiré las reglas, tal cual, no quieres mentiras, perfecto, de hoy en adelante sólo la verdad, pero de tu parte también, porque no me dijiste que Caroline te había hablado sobre mi primera novia, no quieres arranques de celos, los controlaré, no quieres sexo y en su lugar prefieres que salgamos como dos adolescentes, lo haremos, porque entiendo tus argumentos y comprendo que estés asustada por la forma en que terminó tu relación con Zayn y por lo que le pasó a tu amiga, pero ni tú eres ella ni yo soy él.
– Lo sé, no me estoy comparando con ellos, pero vi tan devastada a Victoria que no quiero pasar por lo mismo y sí, también tiene que ver con la manera en que terminaron las cosas con Zayn, no quiero que se repita la historia y la verdad sí me asusta que lo nuestro no tenga un final feliz, por eso las nuevas reglas, es mejor saber ahora lo que realmente nos une que después cuando haya pasado más tiempo y nos arrepintamos.
– Yo jamás me arrepentiré de haberte conocido, sin importar las circunstancias, quizá esa era la única forma en que hubiéramos coincidido en la vida – dio un trago a su bebida – entonces, ¿estás dispuesta a escuchar todo lo que tenga que contarte?
– Sí… pero no quiero detalles sórdidos.
– Está bien, esos los reservaré para mí.
– Vale, te escucho – dije recargándome en el respaldo de la silla.

*Tres años atrás*

Me encontraba en medio de la que había sido mi habitación los últimos cinco años de mi vida y la que había sido testigo de mis múltiples aventuras con mis desenfrenadas compañeras universitarias, quizá eso era lo que más iba a extrañar de haber terminado mis estudios, las noches de fiesta con mi inseparable amigo Alejandro, la compañía de una linda chica que calentara mi cama sin buscar un compromiso más allá, tan sólo apagar el fuego de la pasión sin entregar el corazón, muy conveniente, ya lo había entregado yo una vez y la vida me la arrancó cruelmente, no iba a dejar que volviera a suceder.

Tomé el último libro para meterlo a la caja y una fotografía resbaló, éramos Noelia y yo, abrazados en el portal de mi casa, el día que le dije por primera vez que la amaba y que jamás me imaginé que también sería la última.

Todo por un conductor borracho que se quedó dormido al volante y no pudo controlar el vehículo que se subió a la banqueta mientras ella esperaba el bus escolar y que terminó con su vida y con mis sueños, ha sido el peor momento de toda mi vida y deseé morir, no quería vivir separado de ella, había sido mi primera novia y la única, con ella descubrí lo que era un beso de verdad, de amor, una caricia furtiva, el despertar de la pasión, aunque nunca logramos consumarla, el tiempo ya no lo permitió.

Me olvidé de todo, incluso de mí mismo, no quería hacer nada, ni comer, ni dormir, mucho menos soñar, lo único que quería era estar a su lado, por siempre, como lo habíamos dicho esa vez que me animé a decirle te amo. Los primeros días asistía a diario al cementerio, a platicar con ella, a repetirte hasta el cansancio que la amaba, quería que estuviera segura donde quiera que se encontrara, hasta que un día me agarró una tormenta ahí y no supe ni como llegué a mi casa. Casi me da pulmonía, quizá si no hubiera sido por la intervención de mi padre hubiera muerto y lo habría hecho feliz porque eso me llevaría con ella.

Cuando estuve consciente de nuevo, después de que la temperatura había disminuido, me solté a llorar al darme cuenta que seguía en este injusto mundo. Sentí que me abrazaban y me consolaban, ese aroma era inconfundible, a lavanda, entonces supe que se trataba de mi mejor amiga, Julieta, ni siquiera me enteré cuando regresó de Canadá.




Hola! como estan? Espero que Bien ... Bueno chicas gracias a las tres que me comentaron :) enserio me gustaron su comentarios, ya estoy un poqitititito mejor, no del todo pero algo es algo, y si ... Es un dolor muy fuerte, es como si perdieras a un hijo o algo parecido, porque mi perrito siempre estaba conmigo, dormia conmigo, cuando yo comia el estaba cuidandome, era muy apegado a mi y pues ahora que no esta, mi casa se siente muy vacia porque apesar de que son tres perritos, el era el mas alegre, mas cariñoso, se que el ya cumplio su ciclo aqui en la tierra pero de todas maneras suele mucho pero bueno, me dijeron que tengo que distraerme y eso hago xD. Bueno como podran ver, Tom contara su historia antes de que _____ apareciera, me gusto ese relato cuando la lei jiji Tom era todo un loquillo *-*, y esa ____ desconfiando de Tom pero tiene razon, no quiere salir lastimada :). Bueno sin mas que decir me despido y que esten bien ADIOS


5 comentarios:

  1. que bueno que estes mejorsito :3 poco a poco :) que buenos caps *-* me gusto que hayan llegado a esa solucion !! me daba miedo que todo termine como si nadaa :DD !! gracias por subir :3

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  2. Me interesa mucho la vid de Tom :D
    animos Virgii..
    La fic esta interesante y obvio (tn) tiene que asegurar su relacion..

    Siguelaa :)

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  3. me alegro que ya estés un poco mejor :) Ánimos :) y cuídate !!......con respecto a los cap, geniales como siempre, me parece las reglas y que hayan optado por contarse parte de su historia para conocerse mejor espero y sigan juntitos porque me encantan jejeje aunque yo creo que de verdad la quiere ..no se eso pienso ..bueno espero y sigas mucho mejor cuídate :)

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  4. Hola yo lo leí todo y realmente ame la adaptación! Con respecto a lo de tú perrito arriba el ánimo! Se que es duro pero pasará y queda el hermoso recuerdo. Espero subas pronto :) besos!

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  5. (Tu nombre) solo quiere estar segura si los q los une es el verdadero amor o simplemente el sexo.. Tom cambio gracias a ella ojala no se separen :s

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